Los países del grupo BRICS realizaron una cumbre extraordinaria sobre el genocidio en Gaza. El encuentro se convocó por iniciativa de Sudáfrica, que además presentó a la Corte Penal Internacional (CPI) una denuncia contra las fuerzas armadas de Israel.

Participaron en esta cumbre extraordinaria, realizada por videoconferencia, los 5 Estados fundadores del BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) así como los nuevos miembros del grupo (Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos).

El presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, resaltó la importancia del encuentro, que reunió a los Estados representantes de más de la mitad de la humanidad, y exhortó a que este tipo de formato de consulta se utilice frente a cada crisis internacional, paralelamente a las reuniones del Consejo de Seguridad de la ONU.

El presidente de la República Popular China, Xi Jinping, expuso las 3 urgencias fundamentales:

  1. Poner fin a las hostilidades y lograr inmediatamente un alto al fuego;
  2. poner fin a todas las formas de violencia y de ataques contra los civiles y liberar a los civiles detenidos y en cautiverio;
  3. poner fin a los castigos colectivos contra la población de Gaza.

El presidente chino subrayó además que la comunidad internacional debe actuar con medidas concretas para impedir que el conflicto se extienda y evitar que ponga en peligro la estabilidad de todo el Medio Oriente.

El presidente Xi subrayó igualmente que la causa profunda del conflicto israelo-palestino reside en el hecho de haber ignorado:

  1. el derecho del pueblo palestino a existir como pueblo [derecho negado por los sionistas revisionistas, desde los tiempos de Zeev Jabotinsky hasta nuestros días, con el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu];
  2. el derecho del pueblo palestino a disponer de su propio Estado [derecho que se reafirmó en los Acuerdos de Oslo, en 1993];
  3. el derecho del pueblo palestino al regreso [reconocido por la Asamblea General de la ONU y estipulado en su resolución 194, en 1948].

Se impone, por consiguiente, la necesidad de organizar una conferencia internacional para reparar esas injusticias.