Tom Tancredo, representante republicano por el Estado de Colorado y aspirante a la nominación como candidato a la presidencia de Estados Unidos, estuvo en Iowa el 24 de agosto de 2007. Interrogado allí sobre un supuesto ataque nuclear de Al Qaeda contra Estados Unidos, respondió lo siguiente:
«Si por mí fuera, estaríamos anunciando que un ataque de esa naturaleza [nuclear] contra el territorio nacional [de Estados Unidos] tendría por consecuencia un ataque contra la Meca y Medina. Porque eso es lo único –así lo creo– que puede disuadir a alguien de hacer lo que haría de otra manera. Pero como decía, si me equivoco, tanto mejor… Estaría feliz de hacer otra cosa. Pero usted tiene que encontrar una disuasión más eficaz o será atacado. No otra manera de actuar. Ellos tienen que tener consecuencias negativas por las acciones que tomarían. Esa es la más negativa que se me ocurre.» [1]
Tales palabras no provocaron la más mínima reacción en Estados Unidos antes de ser objeto de una denuncia por parte del Council on American-Islamic Relations y sólo luego de que funcionarios oficiales pakistaníes expresaran su indignación. Sólo entonces, el Departamento de Estado expresó una firme condena.

[1La cita íntegra: «If it is up to me, we are going to explain that an attack on this homeland of that nature would be followed by an attack on the holy sites in Mecca and Medina. Because that is the only thing I can think of that might deter somebody from doing what they would otherwise do. But as I say, if I am wrong, fine. … I would be happy to do something else. But you had better find a deterrent or you will find an attack. There is no other way around it. There have got to be negative consequences for the actions they take. That’s the most negative I can think of.»