El aumento de los precios de los alimentos determinó que 270 mil personas bajaran a la categoría de pobreza extrema el año pasado a pesar de registrarse, con un el índice más elevado de crecimiento de los últimos años, según un informe de la campaña Invertir en la Gente de las Naciones Unidas que se presentó ayer en la sede de la legación en nuestra capital
Lo grave del cuadro es que "si los índices inflacionarios se mantienen como hasta ahora, a fin de año unas 140 mil personas más pasarán a ser pobres extremos", apuntó Julio Fernández, coordinador del programa. Para el economista "crecimiento con alta inflación no permiten combatir la pobreza extrema" que es uno de los principales Objetivos del Milenio (ODM), compromisos que asumió el país a nivel internacional.
Tanto Lorenzo Jiménez de Luis, coordinador residente de Naciones Unidas, como Carlos Marzuera del Fondo de Población (Unfpa, su sigla en inglés), Manuelita Escobar de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, su sigla en inglés) coincidieron en reclamar atención al problema y aplicar políticas publicas para revertir el cuadro en mira a cumplir con los Objetivos del Milenio, donde Paraguay se comprometió a reducir la pobreza antes del 2025.
El estudio que llevó adelante Fernández, detectó un aumento del 40% en el precio de los alimentos en el período 2005/2007, dato con el que trabajó una proyección escalofriante: Si se hubieran mantenido los precios, los pobres extremos serían 738 mil personas y no las alrededor de 1,2 millones que están hoy día en esa situación.
En ese mismo período, 2005/2007, el PBI creció un 11,4%, cuestión que no se trasladó a los sectores menos favorecidos de la población. Al contrario, crecieron los indigentes que se concentran preferentemente en la gran Asunción y el departamento Central en general, según las estadísticas oficiales utilizadas en el estudio.
Pobreza / Políticas
"Generar una matriz de producción para el autoabastecimiento e inclusive la exportación, puede ser el camino para bajar el precio de los alimentos", apuntó Julio Fernández, coordinador del programa Invertir en la Gente de las Naciones Unidas que se mostró partidario de la aplicación de urgentes políticas públicas para buscar una solución a la cruda realidad del aumento de la pobreza extrema.
A corto plazo recomendó la ampliación y fortalecimiento de los programas actualmente en ejecución como el Proan, transferencias condicinadas.
Expuso también la necesidad de lanzar otros programas similares para atender los problemas más acuciantes de hambre.
A mediano y largo plazo sugirió que "se fomente la producción de alimentos con apoyo técnico y crediticio, incentivos fiscales, estudios para aumentar la productividad, inversiones en infraestructura, etc", que ayuden a revertir este cuadro.
"Paraguay tiene las condiciones agroecológicas para autoabastecerse y exportar alimentos y los altos precios internacionales también constituyen una oportunidad para generar renta", apuntó sin emitir juicio sobre el avance de los cultivos de soja sobre la agricultura familiar campesina.
Los agentes de la ONU, explicaron que el problema se enmarca en la crisis de alimentos que está habiendo en el mundo por el aumento del precio de las commodities. "El fenómeno del alza de los precios de los alimentos que está afectando a la mayor parte del mundo, amenaza con corroer en poco tiempo los avances que alcanzaron algunas naciones y a empeorar las condiciones de vidas de otras que ya estaban en delicada situación", señaló Carlos Marzuera del Fondo de Población (Unfpa) recordando la preocupación del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon sobre el particular.
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