El domingo 2 de octubre de 2005, no será olvidado por Ingrid Johana Hernández Castillo. Ese día, a las 10:50 a.m., hora Argentina, se coronó campeona suramericana en marcha juvenil 10 km, imponiendo de paso, con sus 49’49’’, nueva marca nacional para la distancia.

Política juvenil

Ingrid Johana empezó a practicar el deporte en el colegio Ices - Isnem, dentro de un programa deportivo que la institución estableció para estimular y complementar la formación de infantes y jóvenes.

Ubicado en la localidad Ciudad Bolívar de Bogotá, en el barrio Potosí (uno de los tantos donde se asienta la pobreza que por millones cubre a los colombianos), el centro de estudios centra su trabajo en el educando y su entorno (Escuela - Comunidad). Desde este propósito, este centro de estudios ha logrado acompañar a sus alumnos y familiares para que afronten y confronten la pobreza de manera colectiva, dentro de una iniciativa de forjar sujetos sociales autónomos.

En el año 2000, a sus 12 años, Ingrid Johana se vinculó al programa deportivo (Club deportivo Potosí), avanzando rápidamente. Sus primeras competencias fueron carreras de calle, pero sus cualidades la llevaron al equipo de marcha atlética en la categoría infantil. Para aquel momento el Club se había destacado con marchistas a nivel distrital, nacional y suramericano, como Gina Meneses, Doralba Valderrama, Paola Wilches y James Rendón.

Luchando contra el designio

El esfuerzo era grande y los resultados no se veían. La salud no le jugaba una buena partida y el entrenamiento era exigente: cada mañana, iniciando antes que los rayos del sol cubrieran el barrio. La alimentación era precaria, y la desnutrición no dejó de brindar sus avisos.

En la casa, pese a compartir la decisión de su hija, poco le podían brindar. Con la salud y la economía en contravía, para el año 2003 obtuvo resultados que pronosticaban mejores tiempos: segundo y tercer lugar en las copas de marcha de Bogotá entre enero y marzo.

Vino luego junio 1 de 2003 el campeonato distrital en Bogotá, donde ocupó el segundo lugar, clasificando con su compañera Andrea Rodríguez al campeonato nacional de atletismo (13 de agosto de 2003), en la categoría de menores. En éste Ingrid Hernández fue segunda en los 5 kilómetros, con un tiempo de 28’10’’, tiempo muy discreto pero que no la desanimó. Vendrían mejores tiempos para la vida de esta talentosa joven.

Y los frutos llegaron: fue campeona de ruta en marzo 7 de 2004 en Moniquirá, Boyacá, lo que le brindó la oportunidad de participar en su primer suramericano en Los Ángeles, Chile, en la modalidad de los 5 km. Pese al esfuerzo los tropiezos no la dejaban: a 50 mts de la meta y casi con una marca nacional, fue descalificada por los jueces.

Sin embargo continúo su reto. Al regreso a Bogotá persistió en su trabajo, y para agosto de 2004, en el campeonato nacional de menores de Bucaramanga, superó su primera gran marca: 24’23’’.

Para entonces pretendiendo un patrocinio privado para Johana, se realiza un documental y con la ayuda de la doctora María Angélica Pumarejo se le dona un bono nutricional que le permitió mejorar su rendimiento. También se vincula a los Centros de Perfeccionamiento Deportivo del Instituto Distrital de Recreación y Deportes -IDRD-, pero algunos problemas administrativos que éste conserva, no le han permitido continuidad.

Con el tiempo logrado en Bucaramanga clasifica para el campeonato suramericano de septiembre 23 y 24 en Guayaquil - Ecuador, donde obtiene medalla de plata y su compañera Pilar Rayo es medalla de bronce.

Con el año 2005 se agudizan los problemas económicos de la campeona, lo que le impide participar en el mundial de menores. El desanimo se asoma en su vida, pero el acompañamiento le permite continuar.

A pesar de las dificultades económicas, el cansancio y el ritmo académico de su colegio, gana la copa de marcha de Bogotá en febrero de 2005, y el campeonato nacional de menores en junio del mismo año con un tiempo de 26 minutos. Posteriormente se presenta el campeonato distrital juvenil, donde estaba a 15 segundos de quedar por fuera del campeonato nacional, pero logra terminar en el cuarto lugar de los 10 km con un tiempo de 54:45 ganándole a Andrea Rodríguez y a Pilar Rayo.

Al mes, el 17 y 18 de septiembre de 2005, en el campeonato realizado en Medellín, marcó el segundo lugar, mejorando su tiempo personal en dos minutos y así, con 52’24’’ consigue un lugar para el suramericano de Rosario -Argentina. El 2 de octubre a las 10 y 50 a.m., triunfa Ingrid Johana, pero también cruza la meta una política educativa autogestionaria, fundada en los principios de Paulo Freire, que después de más de dos décadas de persistencia, corrobora que la lucha es colectiva, así ciertos esfuerzos dependan de las calidades individuales.

Ingrid Johana ha sido recompensada en su esfuerzo. Ahora, sin dejar el deporte, también hay que batir la pobreza, una constante, como el atletismo, tanto individual como colectivo.