Los pueblos de Cochoapa El Grande concluyeron el sexenio de Vicente Fox tal y como lo iniciaron. A pesar de las fotos que el ex presidente se tomó en algunas comunidades paupérrimas del país -a las que llegó y salió en helicóptero como una muestra del “decidido combate a la pobreza”-, los indígenas nu’saavi o mixtecos de la Montaña mantuvieron los mismos índices de marginación, según datos oficiales.

El informe Índices de Marginación 2005, elaborado por el Consejo Nacional de Población (Conapo), dependiente de la Secretaría de Gobernación, señala que Metlatónoc, el más pobre del año 2000, mejoró sus indicadores y pasó a ser el sexto más pobre del país. Pero omite decir que las comunidades que ahora conforman Cochoapa El Grande, el más miserable de México, hace cinco años pertenecían a Metlatónoc. El “abatimiento” de la miseria en este municipio se hizo cercenando a los más desarrapados.

Así, el Informe concluye que de 2000 a 2005 hubo una “reducción generalizada en las condiciones de marginación de la población de México” y “un avance de casi 15 por ciento en la disminución de la marginación a nivel nacional”.

Sin embargo, el estudio del Conapo reconoce que en Guerrero, Chiapas y Oaxaca, donde viven 10.9 millones de personas que representan el 10.6 por ciento de la población nacional, el índice de marginación es “muy alto”.

“Tan sólo en Guerrero, el estado con mayor marginación en el año 2005, 20 por ciento de su población de 15 o más años de edad es analfabeta y 36 por ciento no terminó la primaria; más de uno de cada cuatro habitantes ocupa viviendas sin drenaje ni sanitario, seis de cada 100 habitantes reside en viviendas sin energía eléctrica, tres de cada 10 sin agua entubada, uno de cada tres con piso de tierra, y más de la mitad ocupa viviendas en condiciones de hacinamiento […].”

El estudio reconoce tres entidades con nivel de marginación “muy alto” (Guerrero, Chiapas y Oaxaca); ocho con “alto” (Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí, Puebla, Campeche, Tabasco, Michoacán y Yucatán); siete “medio” (Nayarit, Zacatecas, Guanajuato, Durango, Tlaxcala, Querétaro y Sinaloa); 10 “bajo” (Quintana Roo, Morelos, Estado de México, Tamaulipas, Chihuahua, Baja California Sur, Colima, Sonora, Jalisco y Aguascalientes), y cuatro “muy bajo” (Coahuila, Baja California, Nuevo León y Distrito Federal).

Sin embargo los “avances” en el combate a la marginación se reducen si se revisan los resultados a nivel municipal. Prácticamente ningún municipio de los estados con marginación “muy alto” dejó de ser pobre y se mantienen en la miseria. De los 81 municipios de Guerrero, 37 conservan grado de marginación “muy alto” y 36 “alto”; sólo tres “medio” y cinco “bajo”. Ni uno sólo puede considerarse con un nivel de marginación “muy bajo”.

La situación de Chiapas y Oaxaca es similar. La primera entidad cuenta con 118 municipios. De ellos, 47 tienen un nivel de marginación “muy alto” y 64, “alto”. Apenas cinco son calificados con “medio”, uno con “bajo” y otro con “muy bajo”. De los 570 municipio de Oaxaca, 173 son designados con “muy alto”, 290 con “alto” y 73 con “medio”. Sólo 24 y 10 con “bajo” y “muy bajo”, respectivamente.

Más del 50 por ciento de los municipios del país se encuentran en la pobreza y pobreza extrema. De los 2 mil 454 municipios del país, 365 tienen un grado de marginación “muy alto” y 886 “alto”; 501 “medio”, 423 “bajo” y 279 “muy bajo”.

El Informe también señala que de 2000 a 2005, 56 municipios de varios estados de la República cambiaron de grado de marginación de “muy alto” a “alto”. Pero no contempla a comunidades paupérrimas que dependen de cabeceras ricas, pues al promediar el índice municipal, resulta que no hay marginación. Tal es el caso de los pueblos rarámuris o tarahumaras que dependen del municipio de Chihuahua.

El Conapo reconoce que los pueblos indios constituyen la población que más miseria padece en México. “Los indígenas constituyen un grupo poblacional históricamente excluido del desarrollo nacional y del disfrute de sus beneficios. Las raíces estructurales de la marginación indígena están determinadas por una diversidad de factores de índole económica, social, política y cultural que atrapan en la pobreza y el rezago demográfico a millones de indígenas diseminados en gran parte del territorio nacional”.

De los 317 municipios cuya población es casi totalmente indígena, 196 tienen un grado de marginación “muy alto”, 119 “alto” y dos “medio”. Ni uno solo está calificado con “bajo” o “muy bajo”.

El municipio más pobre del país, de acuerdo con los datos del Conapo, es Cochoapa El Grande, Guerrero, habitado por 15 mil 572 personas. Su índice de marginación alcanza 4.49835. El informe de 2000 de la oficina dependiente de la Secretaría de Gobernación señalaba al municipio guerrerense de Metlatónoc como el más marginado. Ahora ocupa el número seis con un índice de 3.08927. Sin embargo, antes comprendía a las comunidades de Cochoapa El Grande. Es decir, los más pobres al inicio del gobierno de Vicente Fox siguen siendo los más pobres al inicio del de Calderón.

De acuerdo con el Informe, el segundo municipio más pobre del país es Sitalá, Chiapas, con un índice de marginación de 3.35511. En la demarcación viven 10 mil 246 personas. Mientras, el tercero es Del Nayar, Nayarit, con 30 mil 551 habitantes y 3.25070 de índice de marginación. El oaxaqueño Coicoyán de las Flores es el cuarto más pobre. Está habitado por 7 mil 598 indígenas. El indicador de marginación asciende a 3.13604.

El quinto lugar es Acatepec, Guerrero, con un índice de 3.10942 y 28 mil 525 habitantes. San Juan Petlapa, Oaxaca, ocupa el séptimo con 2 mil 717 personas y 3.03863 de índice de marginación.

El octavo lugar lo ocupa Batopilas, Chihuahua, cuyo índice es de 3.02906 y está habitado por 13 mil 298 personas, principalmente indígenas rarámuris. El noveno es el guerrerense José Joaquín de Herrera con 14 mil 424 habitantes y un índice de 2.93238, y el décimo es Mixtla de Altamirano, Veracruz, con 2.92723 y 9 mil 572 habitantes.

El informe Índices de Marginación 2005, elaborado por el Conapo con base en los resultados definitivos del II Conteo de Población y Vivienda 2005 y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del cuarto trimestre del mismo año, es el estudio más reciente sobre la pobreza en México.

El índice de marginación se calcula a través de nueve indicadores o “formas de exclusión”; además, mide la “intensidad espacial como porcentaje de la población que no participa del disfrute de bienes y servicios esenciales para el desarrollo de sus capacidades básicas”.

Los nueve indicadores están agrupados en cuatro rubros: educación, vivienda, ingresos monetarios y distribución de la población. Se miden de acuerdo con la obtención de los siguientes porcentajes: población mayor de 15 años analfabeta y que no ha concluido la educación primaria; viviendas sin agua entubada, sin drenaje ni servicio sanitario, con piso de tierra, sin energía eléctrica y hacinamiento; población ocupada con ingresos de hasta dos salarios mínimos, y población en localidades con menos de 100 mil habitantes.

Es notoria la ausencia de indicadores de salud y alimentación. El estudio no ofrece datos sobre las personas que tienen acceso a consultas médicas y medicamentos, tampoco habla sobre la mortandad infantil ni el índice de mujeres muertas antes durante y después de parto. Además no hay información sobre la desnutrición ni las fuentes de alimentación a las que tienen acceso los pobladores. Por ello se encuentra en desventaja frente al publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indios (Contralinea 73).

Fuente: Revista Contralínea.
Publicado: Marzo 2a quincena de 2007

Cochoapa El Grande

• 689.80 kilómetros cuadrados de la Montaña de Guerrero, (sureste del estado)

• 15 mil 572 habitantes

• Más del 98 por ciento de ellos

son indígenas nu’saavi

• Primer lugar nacional de

marginación

• Población analfabeta mayor de 15 años: 75.81 por ciento

• Población mayor de 15 años sin

primaria: 87.69 por ciento

• Viviendas sin drenaje ni servicio sanitario: 93.72 por ciento

• Viviendas sin energía eléctrica: 60.78 por ciento

• Viviendas sin agua entubada:

57.67 por ciento

• Población que vive hacinada:

82.80 por ciento

• Viviendas con piso de tierra:

95.46 por ciento

• Población ocupada con ingresos menores a dos salarios

mínimos: 86.60 por ciento