Israel está preparándose para atacar Líbano. La agresión de Israel contra el país del cedro podría producirse al final del ramadán, a mediados de abril o en una fecha aún más próxima.

El objetivo del ataque israelí sería instaurar una “zona de seguridad” en territorio libanés, al sur del río Litani, algo que Israel ya trató de hacer, sin éxito, en 2006. Esta vez, el ejército de Israel está dedicándose a destruir sistemáticamente toda la infraestructura que el Hezbollah ha venido construyendo en esa zona desde hace 14 años.

Para evitar ser acusado de cometer crímenes de guerra, el ejército de Israel ha lanzado sobre el sur del Líbano octavillas con el siguiente texto: «Habitantes del sur, el Hezbollah pone en peligro las vidas de ustedes, así como las vidas de las familias de ustedes y las casas de ustedes. El Hezbollah instala a sus miembros y sus depósitos de armas en los barrios de ustedes.» De esta manera, el ejército israelí espera poder afirmar que avisó a la población libanesa antes de pasar al ataque.

Desde el inicio de su operación “Espada de Hierro” contra la población de Gaza, las fuerzas armadas de Israel han bombardeado además 4 500 blancos en Líbano, principalmente en la zona fronteriza con Israel, pero no sólo en el sur del Líbano sino también en la región de Baalbek, aunque evitando poner bajo su fuego a los demás componentes de la sociedad libanesa. El gobierno del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, espera que si sigue actuando de esa manera la desunión entre los libaneses le permitirá destruir poco a poco el arsenal del Hezbollah sin suscitar reacciones notables en Líbano. El ejército de Israel dice haber eliminado ya 300 combatientes chiitas. El Hezbollah ha reconocido 244 bajas mortales entre sus militantes.

La unidad 8200 del ejército israelí espía todas las comunicaciones telefónicas de los libaneses, así como todas las comunicaciones a través de internet y prácticamente todas las cámaras de seguridad de los particulares libaneses. Los militares israelíes estudian toda la información así recogida para tratar de identificar personas y lugares e instalaciones que serán blanco de sus ataques. Así lograron, por ejemplo, localizar y asesinar en enero –en suelo libanés– al dirigente del Hamas Saleh Al-Arouri, quien era contrario a la Hermandad Musulmana.

Israel se prepara también ante la posibilidad de que el Hezbollah decida responder con una acción de gran envergadura. Por ejemplo, Israel acaba de comprar instalaciones portuarias en Lárnaca (Chipre), previendo que el Hezbollah pudiese llegar a destruir el puerto israelí de Haifa [1]. En cualquier caso, las instalaciones portuarias que Israel ha adquirido en Lárnaca siempre servirían para establecer un corredor de transporte entre la India y Europa, a través de Israel.

Al mismo tiempo, en el norte de Israel numerosos estacionamientos subterráneos ya han sido acondicionados para ser utilizados como refugios ante los bombardeos que el Hezbollah podría realizar en respuesta al ataque israelí.

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