Dahik utilizó los gastos reservados para gastos personales en supermercados, restaurantes de lujo, organizaciones eclesiásticas, cantantes, sueldos adicionales para funcionarios, etc.
Las hazañas de Dahik
Entre agosto y septiembre de 1995 se inició el juicio político en contra del ex vicepresidente Alberto Dahik, en el caso Gastos Reservados. Este proceso tomó forma luego de las primeras declaraciones realizadas por el editorialista del diario Expreso, Jorge Vivanco, que develó una conversación de Dahik con un grupo de periodistas, en las instalaciones de la Junta Monetaria. Posteriormente, las exhaustivas investigaciones realizadas por el entonces Jefe de bloque del Movimiento Popular Democrático (MPD), Juan José Castelló, llevaron a encausar la destitución del segundo mandatario.
Las investigaciones realizadas por el bloque del MPD develaron la existencia de siete cuentas corrientes particulares en el Banco del Pacífico, tres a nombre de Juan Mario Crespo, dos a nombre de Gladys Merchán, una compartida por Alberto Dahik y Gladys Merchán, y una compartida por Juan Mario Crespo y Gladys Merchán, de las que se dispusieron los gastos secretos de la Vicepresidencia entre 1992 y 1995.
En todo este mal uso de los recursos asignados a la Vicepresidencia, que debían ser destinados para la Seguridad Nacional, se pudo determinar que se había depositado en efectivo la cantidad de 270’722.837 de sucres en la cuenta 50099160 del Banco Amazonas, perteneciente a la empresa ConBaquerizo, que era la encargada de construir la casa de Dahik en la urbanización Biblos, en Guayaquil. Otros depósitos a la misma cuenta totalizaron la suma de 771’959.587 de sucres. Estos últimos depósitos realizados a través de cheques provenientes de la cuenta compartida entre Alberto Dahik y su secretaria Gladys Merchán, del Banco del Pacífico.
De la misma cuenta (Banco del Pacífico) se giraron 52 cheques, de los cuales 30 son ilegibles, presumiblemente por alteraciones intencionales a los microfilmes. Sin embargo, entre los legibles aparece como beneficiaria la constructora ConBaquerizo.
La cuenta de los Fondos Reservados asignados a la Vicepresidencia ascendía a 10.291’637.512 de sucres (cuyo uso nunca fue justificado), de los cuales 9.281’308.837 de sucres fueron depositados en aquellas siete cuentas del Banco del Pacífico, y mediante giros en cheques se debitaron 8.798’634.379 de sucres. En ese período Dahik manejó un total de 19.580’500.009 de sucres en secreto, o sea $ 7’832.200 de dólares.
El 15 de abril 1996, luego de la presión y las pruebas presentadas por los legisladores de izquierda, el Fiscal Fernando Casares acusó de peculado y enriquecimiento ilícito a Alberto Dahik, Gladys Merchán y Juan Mario Crespo. Autores del delito de peculado: Diego Paredes Peña y Mauricio Pinto. Cómplice del delito de peculado: Juan Carlos Faidutti. Encubridor del delito de peculado: Ricardo Muñoz.
El caso Radio Democracia
El 24 de agosto de 1995, el radiodifusor Gonzalo Rosero, propietario de Radio Democracia, de Quito, denunció que el ex canciller de la República del gobierno de Sixto Durán Ballén, Diego Paredes, negoció la compra de su radioemisora con fondos que Rosero presumía provenían de gastos reservados, pues un cheque en su favor había sido girado por Gladys Merchán, como anticipo del negocio, de la cuenta n.º 2598377, calificada por el propio vicepresidente Alberto Dahik como cuenta de gastos reservados.
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Actualidad
El presidente Rafael Correa, al cierre de su informe de labores en la asamblea, pidió amnistía para el “buen amigo” Alberto Dahik, como un “acto de justicia” a una víctima más de la persecución política de Febres Cordero. Grave confusión del Presidente, pues resulta que el juicio político lo encabezó Juan José Castelló, del MPD, por razones políticas: el mal uso de los fondos públicos.
El caso, efectivamente, lo inició el MPD, la izquierda revolucionaria, en contra de un funcionario de gobierno de derecha, y a eso se sumaron los socialcristianos; por lo tanto, el ex vicepresidente Dahik no es un perseguido político, Dahik debe responder ante el país, ante las leyes de la República sobre un hecho que fue absolutamente público y verificable, y será el sistema judicial quien determine la culpabilidad o no del imputado. El juicio está paralizado y se requiere de la agilidad de las autoridades judiciales para hacer cumplir las leyes y presionar para que el prófugo (Dahik) regrese y responda ante la justicia. Correa pretende amnistiarlo para que regrese y luego sepultar el juicio, eso es otorgar impunidad a hechos de corrupción.
Con esa estrategia de confundir a la población, mediante mensajes que hablan de una supuesta persecución de Febres Cordero a varios funcionarios públicos, se pretende dar la amnistía a Dahik, y el siguiente amnistiado será Abdalá Bucaram, (Caso Mochila Escolar), para conseguir una mayoría absoluta en la Asamblea con el PRE, y continuar con la amnistía de Jamil Mahuad (Feriado Bancario, dolarización), quien ya en la Corte Nacional de Justicia, mediante leguleyadas, está lavando sus culpas. Todo para totalizar el poder en forma irracional e imponer el neoliberalismo sin mayor oposición.
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