Desde el primer año de la Revolución, en 1959, cuando se promulgó la Reforma Agraria, como consecuencia de la estrategia de la dirección cubana encabezada por Fidel Castro para el desmontaje del modelo neocolonial, Estados Unidos instauró las primeras medidas del bloqueo económico, comercial y financiero conjuntamente con operaciones terroristas, ataques armados y alzamientos de bandidos en la Isla.
La derrota de la parte principal de estos planes es historia, pero el otro capítulo, no menos sórdido, relacionado con el bloqueo y la guerra económica ha significado más de medio siglo de resistencia del pueblo cubano.
El gobierno revolucionario heredó una economía imbricada y dependiente en todos los aspectos al comercio con su vecino del norte, del cual dependía inclusive para vender parte principal de su cosecha azucarera por un sistema de ventas fijas mediante una llamada cuota azucarera, que fue parcialmente suprimida primero y suspendida en su totalidad en los años de 1960 al 61, al igual que la exportación de petróleo.
En julio de 1963, el Departamento del Tesoro emitió las llamadas Regulaciones para el Control de los Activos Cubanos por medio de las cuales Estados Unidos}} se apropió de las transacciones financieras y fondos del Estado cubano y de otras empresas de la Isla que aún permanecían inmovilizados en bancos e instituciones estadounidenses.
Los intereses cubanos incautados -calculados en alrededor de 400 millones de dólares- estaban conformados principalmente por el dinero de las cuentas del Banco Nacional de Cuba, de empresas de telecomunicaciones nacionales y de otro tipo, así como por transferencias de instituciones y personas extranjeras y también herencias y premios en metálico obtenidos por ciudadanos cubanos en concursos o eventos deportivos internacionales.
Desde entonces, un ejército de funcionarios estatales norteamericanos se dedicó a descubrir, perseguir y apropiarse en un robo legalizado de cualquier propiedad del Estado cubano y de sus cuentas, o de ciudadanos cubanos o de cualquier nacionalidad que se vinculen en relaciones comerciales financieras o simplemente envíen capitales o valores a la Mayor de las Antillas.
Desde 1990 el bloqueo se incrementó con la esperanza de que al desaparecer la URSS y el campo socialista, principales socios comerciales de la Isla, la Revolución tendría que rendirse y con ese fin se promulgaron las leyes Torriceli y Helms-Burton, que extendieron la guerra económica a terceros países e inclusive exigían se devolvieran todos los inmuebles, terrenos, industrias, instalaciones y hasta las bodegas a sus antiguos dueños de antes de 1959.
También los fondos congelados del país comenzaron a ser despojados por decisiones de tribunales estadounidenses a favor de ciudadanos y familiares de personas que realizaron actividades anticubanas, o para cumplir órdenes judiciales de casos llevados a cabo en tribunales estadounidenses contra la ínsula. Se calcula que de 1996 a 2006 se robaron de esa forma 170 millones de dólares, casi la totalidad de los recursos retenidos.
En consecuencia con esa política, además del dinero entregado por ese concepto, también aviones civiles cubanos desviados ilegalmente hacia La Unión fueron subastados y su importe entregado a familiares de elementos contrarrevolucionarios muertos en acciones terroristas en el territorio o personas afectadas por medidas legales del gobierno cubano.
Con el cambio de política hacia Cuba de la anterior administración estadounidense este asunto fue un punto en el proceso de diálogo bilateral, pero a partir de la decisión del presidente Donald Trump de acabar con esa iniciativa e incrementar el abominable bloqueo, la llamada congelación de activos cubanos se mantendrá como el robo más largo de la historia cometido por un país contra otro. (ACN)
Agencia Cubana de Noticias
La Agencia Cubana de Noticias (ACN) es una división de la Agencia de Información Nacional (AIN) de Cuba fundada el 21 de mayo de 1974.
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