1. Nosotros, Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Irlanda, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, Países Bajos, Reino Unido y Suecia, quisiéramos agradecer a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) y la Comisión Etíope de Derechos Humanos (CEDH) sus esfuerzos conjuntos tendientes a investigar las alegaciones sobre violaciones de los derechos de la persona y violaciones graves del derecho internacional de los refugiados cometidas por las partes en conflicto en la región de Tigray, en Etiopía, entre el 3 de noviembre de 2020 y el 28 de junio de 2021.
2. Felicitamos al ACNUDH y la CEDH por el trabajo imparcial y transparente que han realizado a pesar de las considerables dificultades que tuvieron que superar para tener acceso a los lugares, las personas y los documentos. Subrayamos igualmente el valor de la información recogida y de los indicios escritos conservados por los responsables de la investigación sobre violaciones de los derechos de la persona y violaciones del derecho internacional humanitario, con el objetivo de apoyar la justicia y la rendición de cuentas en nombre de las víctimas y de los sobrevivientes. Subrayamos la preocupación expresada por la Alta Comisionada Bachelet sobre el mantenimiento de las restricciones en el acceso concedido a las organizaciones humanitarias.
3. Es absolutamente necesario que los responsables de tales abusos y violaciones tengan que responder por sus actos, lo cual debe suceder de manera tangible y sistemática. El informe demuestra que es necesario realizar investigaciones más profundas sobre las violaciones que menciona, incluso sobre las alegaciones formuladas el 28 de junio de 2021.
4. Las conclusiones de la investigación que figuran en el informe conjunto son graves y existen motivos razonables para creer que han tenido lugar violaciones de los derechos de la persona y violaciones del derecho internacional humanitario, como los ataques contra civiles e instalaciones civiles, asesinatos y ejecuciones ilegales o extrajudiciales, actos de tortura y otras formas de malos tratos, detenciones arbitrarias, secuestros y desapariciones forzosas así como actos de violencia sexual y sexista. Según los autores del informe, algunos de esos abusos y algunas de esas violaciones pueden constituir crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra. Esos actos provocaron sufrimientos y angustias y crearon un clima de terror y de miedo generalizado en la población. El informe subraya la impunidad generalizada de los responsables de esos actos y la falta de acceso a ayuda para las personas contra las cuales estuvieron dirigidos así como para los testigos.
5. Llamamos encarecidamente a todas las partes en conflicto a aceptar estas conclusiones y estas recomendaciones, además de ponerlas en práctica. Es esencial que todos los responsables de los abusos y de las violaciones de los derechos de la persona y del derecho internacional humanitario mencionados en el informe tengan que rendir cuentas de sus actos. Por su parte, los gobiernos etíope y eritreo deben velar porque estas alegaciones sean objeto de investigaciones creíbles.
6. En ese sentido, tomamos nota del compromiso del gobierno etíope a reparar los daños causados a las víctimas de los abusos y violaciones señalados en ese informe. Subrayamos, en particular, la necesidad de que las víctimas de atrocidades basadas en el género obtengan reparación y apoyo. Exhortamos el gobierno de Eritrea, el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (FLPT) y todas las demás Partes en conflicto a contraer un compromiso similar.
7. Saludamos igualmente el compromiso del gobierno etíope a instaurar un proceso de justicia transicional, así como su decisión de crear un buró del procurador especial y una cámara judicial especializada ante las cuales se presentarán los procedimientos contra las personas acusadas de haber cometido las violaciones mencionadas en el informe conjunto.
8. Todas las Partes deben actuar de conformidad con sus obligaciones a la luz del derecho internacional humanitario, incluso en lo tocante a la protección de los civiles y de los trabajadores humanitarios. Pedimos igualmente la retirada inmediata de las fuerzas eritreas en Etiopía y subrayamos la necesidad para el gobierno eritreo de garantizar que se rindan cuentas sobre las violaciones cometidas por sus fuerzas en Tigray.
9. La verdad, la justicia y rendición de cuentas a las víctimas y los sobrevivientes exigen más que investigaciones y procesos. Pedimos a las autoridades gubernamentales que extiendan sus servicios de salud a los sobrevivientes, incluso el apoyo psicológico y los cuidados de salud sexual y reproductiva, así como el apoyo a los cuidados comunitarios. Al hacerlo también deben poner fin a las actividades que obstaculizan el acceso humanitario. Reiteramos nuestro llamado a favor de un diálogo nacional inclusivo en el que participen de manera total, concreta e igualitaria las mujeres, los jóvenes, los artífices de la paz y los dirigentes comunitarios.
10. Hoy más que nunca, las conclusiones del informe muestran muy claramente que mientras se mantenga la guerra en el norte de Etiopía, seguirá creciendo el costo humano del conflicto, no sólo a causa del conflicto sino también debido al hambre. Ante el incremento del peligro de nuevas atrocidades, pedimos a todas las partes que cesen inmediatamente las hostilidades. También deben poner fin a la impunidad en cuanto a los responsables de ataques contra el personal humanitario, lo cual incluye todo lo que impide aportar una ayuda urgente indispensable a las personas afectadas. Todas las Partes deben iniciar negociaciones sin condiciones previas para alcanzar un alto al fuego duradero y comprometerse a concretar una paz duradera, caracterizada por la justicia y la rendición de cuentas, lo que hará posible futuros esfuerzos tendientes a garantizar la reconciliación. La justicia y la rendición de cuentas son elementos esenciales de una paz duradera.
11. Abogamos por la estabilidad, la unidad y la integridad territorial de Etiopía. Nos complacerá colaborar con el Alto Representante de la Unión Africana en el Cuerno de África y con las Naciones Unidas en sus esfuerzos por poner fin a la impunidad y encontrar una solución duradera a los problemas de paz y seguridad.
Firman:
Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Irlanda, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Nueva Zelanda, los Países Bajos, el Reino Unido y Suecia.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter