Darío Vivas miembro de la Asamblea Nacional venezolana y jefe de la delegación de su país en la Sesión Extraordinaria del Concejo de la Unión Interparlamentaria reunida en Ginebra, Suiza
del 23 - 27 septiembre 2002.

En Venezuela hay una fuerza mayoritaria que apoya a Chávez no sólo en la representación parlamentaria, sino también en la calle, en el pueblo, que siente una gran solidaridad con el presidente, con el gobierno y por el proceso de cambio que estamos desarrollando en estos momentos. Eso ha desesperado a la oposición que ha asumido una posición de conflictividad que no ha restado popularidad al gobierno nacional, lo único que ha restado es posibilidades de desarrollo por los obstáculos que permanentemente coloca, para poder sabotear el plan de trabajo del gobierno que busca mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.

En Venezuela venimos atravesando una situación de dificultad y de pobreza que es incomprensible viendo la riqueza que el país ha venido manejando los últimos años (Venezuela ha gozado ingresos millonarios con la exportación del petróleo ...ndlr).

El gobierno del presidente Chávez para calmar el conflicto social con la oposición ha llamado al diálogo, hemos creado unas mesas de trabajo y discusión, algunos sectores se han incorporado, otros están todavía reacios y prefieren continuar con una actitud de confrontación y de hostilidad. Pero constituyen una minoría. Nosotros creemos que la representación partidista democrática y la oposición democrática están entendiendo ya, que hay una condena a nivel internacional de todo aquello que conspire contra un estado de derecho, contra la democracia y que niege la participación ciudadana. Eso lo llevará a una reflexión y espero, que dentro de poco tiempo estemos transitando por un camino donde podamos discutir nuestras diferencias y nuestras deficiencias en términos de cordialidad, de concordia, vistos con una perspectiva de futuro.

Los principales desafíos de Venezuela son hoy en día poder atender y pagar la deuda social que el país arrastra a propósito de gobiernos que se dedicaron a ejercer sus posiciones defendiendo a una clase social, en este caso, a la que más recursos tenían.

Estamos en una etapa de transición y uno de los problemas de nuestra justicia es que mucha gente implicada en casos de corrupción estatal se encuentran libres, y es porque todavía hay instituciones -y una de ellas es el sistema judicial venezolano - que debe ser revisados y tener cambios profundos. En ese sentido estamos trabajando ahora por aprobar unas leyes para solucionar el problema de la justicia y evitar que haya impunidad y corrupción. Es un flagelo que Venezuela ha venido arrastrando. Con un poder judicial que castigue al que malversa el dinero público, al que, dentro de las posiciones de poder aproveche su situación para enriquecerse, para que sepa y recuerde lo primordial: la atención a los grandes problemas que tiene el país.

Las próximas elecciones presidenciales en Venezuela son para el año 2006, y lo que está encima del tapete en estos momentos, es la posibilidad de realizar algunos referéndums revocatorios. Eso significa que nuestra Constitución establece, que a la mitad del periodo todos los funcionarios electos tienen que someterse a una consulta sí así lo deciden los ciudadanos. Estamos elaborando las leyes electorales y las de referéndum en este momento para darle viabilidad. Es toda una innovación que tiene nuestra Constitución, entre otras. Cada dos años podremos hacer una evaluación de la gestión de gobierno.

Las relaciones con Estados Unidos por otro lado, han comenzado a ser un poco más entendidas seguramente -por los propios Estados Unidos-, que hasta ahora no quería comprender que Venezuela es un país soberano y que se da el gobierno que el pueblo desee y no permitiremos que ningún país se inmiscuya en los asuntos internos. Defenderemos nuestro territorio, nuestra riqueza y como país soberano establecemos relaciones diplomáticas con todos los países del mundo, y esto molestó a los Estados Unidos porque todavía en las esferas gubernamentales, parece que pretenden manejarse con esquemas ya pasados, en los cuales los países rendían cuentas a la gran potencia. En ese sentido, Venezuela, revindica su condición soberana y de sus intereses.

El sueño de Bolívar de unidad es igualmente uno de los proyectos de nuestra constitución bolivariana y del presidente Chávez. Una integración latinoamericana que permita abrir un libre comercio, una moneda única, una organización que defienda latinoamericana. Y hoy, aquí en Ginebra, en las votaciones, se ha demostrado que esa unión Latinoamérica pude funcionar, ya que ha permitido colocar a un latinoamericano en la presidencia de la Unión Interparlamentaria Mundial. Y para eso estamos trabajando en Venezuela con mucho esfuerzo. Para ver en un futuro cercano esa integración latinoamericana.