El próximo martes es día de elecciones. Las del Estado de La Florida tienen una significación especial porque aparte de los escándalos en las urnas de los pasados comicios, esta contienda es como la antesala de la elección presidencial en la que el presidente Bush tiene puestos sus ojos. Y en gran medida es así, porque un triunfo de su hermano Jeb como Gobernador contribuiría a limpiarle el camino para su reelección como Presidente de los Estados Unidos.

De manera que la batalla en las urnas del martes entre el Republicano Jeb Bush y el Demócrata Bill McBride es todo un acontecimiento nacional. El triunfo de uno u otro candidato sin embargo no está solo determinado por los votos que se cuenten el día de las elecciones sino también en los recursos económicos que puedan ser movilizados por los candidatos para hacer llegar esos votos a las urnas.

En otras palabras. La Democracia ha sido corrompida por el poder del dinero. Difícil, muy difícil que un candidato gane una elección si antes no ha ganado la batalla por el dinero. De manera que es el dinero y no el voto libre del ciudadano el que cuenta al final de la elección. Aunque cualquier cosa puede pasar.

En esta campaña por la Gobernación de La Florida Jeb Bush tiene para gastar 38 millones de dólares. El Demócrata McBride solo llegó a once millones. ¿Cree Ud. que el poder del dinero y no la fuerza de la vergüenza es la que debe determinar una elección en una democracia?

Hoy es viernes de micrófono abierto en Radio-Miami. El tema del día es el de las elecciones del próximo martes. Volveremos con Uds., en el segmento 20-20 bajo la moderación de Carmen Duarte para discutir si es el dinero o no es el dinero el que determina una elección.