¿Y por qué no? Me refiero al contingente de cerca de 300 inmigrantes ilegales procedentes de Haití que arribaron ayer martes en la tarde en una embarcación de mediano tamaño a las mismas playa de Key Biscayune y que provocaron con su llegada improvisada a Miami, toda una espectacular operación policíaca que mantuvo a la ciudad en estado de alerta al ser trasmitida "en vivo" por las cadenas de televisión.

Entre los que venían en la embarcación había - según se ha reportado - dos cubanos balseros y un dominicano que fueron recogidos en alta mar por los propios haitianos.

Las dramáticas escenas televisadas de los haitianos tirándose al agua desde la borda de la embarcación y la desesperada estampida de los infelices inmigrantes negros corriendo por la carretera de key Biscayune en busca de refugio seguro que los libere del hambre que sufren en Haití, no pueden menos que ganarnos la simpatía de esos pobres en la desgracia que llegan a estas costas en busca de un mejor destino que el que tienen en su país.

La fotografía publicada a toda plana en la mañana de hoy en el diario The Miami Herald en la cual aparecen los refugiados haitianos sentados todo a los largo, muy obedientes a la orilla del mar custodiados por la policía, nos recuerda a una escena similar que Hollywood llevó al celuloide en la película "Amistad" que relata las vicisitudes por las que atravesó un grupo de esclavos negros traídos de contrabando a Estados Unidos en el siglo X1X y que después de sufrir prisión en este país fueron declarados al fin, ciudadanos libres por un Tribunal norteamericano de entonces.
Lo que vimos ayer por la televisión no fue una dramatización del cine. Fue una escena de la triste realidad del mundo en que vivimos donde hay países ricos y países pobres, un mundo en el cual los pobres de las naciones pobres - valga la redundancia - tratan de llegar a toda costa a las naciones ricas donde pueden encontrar una vida mejor.

No se trata de política ni de que vengan en busca de " la democracia representativa", como diría un apologista del sistema norteamericano. ! No! De lo que se trata es de salir de la pobreza para vivir mejor, que es lo que ven los pobres de todas partes a través del cine y la televisión que les llega del mundo afluente de los países desarrollados. Si no fuera esa la razón, que no es por política, sino por bienestar económico ¿por qué cruzan millones de mejicanos la frontera del río Bravo si allí tiene un gobierno de democracia capitalista como es el gobierno del Presidente Fox? ¿Y qué me dicen de los millones de centroamericanos, de dominicanos, de sudamericanos y de cubanos que han salido de su patria para vivir como emigrantes en Estados Unidos?

Nos preguntamos que va a pasar con estos haitianos ¿Y con los dos cubanos que ellos rescataron en el mar?

Según dice la ley, los haitianos, del campamento de Krome no salen, como no sea para volver deportados a la miseria de Haití. Y los dos cubanos, que también vinieron en el mismo barco, no por razones políticas ni tampoco huyendo de persecución alguna, pues los cubanos, a las calles de Miami en libertad. Y dentro de un año, la residencia legal. Y un día mas tarde, lo más probable, a Cuba de "turista", que eso lo permite la ley.

¿Es eso justicia? Yo diría que no. ¡Ud. sabe que no! Porque la verdadera justicia dice que todos somos iguales ante la ley. Negros y blancos. Cubanos y haitianos.

¿No es así?

Pues para que así sea de verdad, ¡que se queden los haitianos!