Un artículo científico revisado exhaustivamente y publicado en la revista científica Inglesa “Biotechnology and Genetic Engineering Reviews” crítica fuertemente la afirmación que los cultivos transgénicos son seguros, y desmitifica el dicho que los cultivos transgénicos son evaluados rigurosamente previo a su comercialización.

El articulo “La evaluación de seguridad y la regulación de los alimentos modificados genéticamente” revela deficiencias fundamentales en la regulación de los cultivos transgénicos efectuado por las compañías de biotecnología y el Gobierno Estadounidense. El artículo cuestiona seriamente si los alimentos transgénicos - que están en el mercado desde 1994 - son realmente seguros, tal y como reclama la industria y la administración estadounidense.

El artículo incluye un estudio detallado de dos tipos de maíz transgénico con insecticida incorporado (MON 810 de Monsanto) mostrando deficiencias serias en las evaluación y en el proceso regulador que permitió su comercialización, pese a existir evidencia que podrían causar alergias alimentarias. La Unión Europea recientemente aprobó 17 variedades de híbridos de maíz derivados del maíz MON810 pese a las objeciones de diversos Países Europeos.

Los autores Dr. David Schubert (biólogo molecular y investigador medico en el Instituto Salk de California) y William Freese (Analista de investigación con Amigos de la Tierra en EEUU) basan su meticuloso estudio documentado de 25 páginas en casi 100 notas de página, incluyendo documentos poco conocidos y estudios no publicados por las compañías biotecnológicas.

“Una cosa que nos sorprendió es que los reguladores estadounidenses confían de manera casi exclusiva en la información provista por el notificador del cultivo transgénico, y esos datos no son publicados en revistas científicas o sujetos a revisión exhaustiva”, dijo Schubert.

Freese añadió que “En uno de los casos, la Agencia de Protección Ambiental ignoró un estudio publicado por un científico de la propia Administración Estadounidense de Alimentación y Medicamentos (FDA), el cual sugería que el maíz transgénico podría causar alergias alimentarias. En vez de considerar seriamente dicho estudio, pidió a Monsanto y a Syngenta de rehacer el análisis de la FDA”

Los EEUU son los mayores exportadores de cultivos transgénicos en el mundo y cuentan con casi dos tercios de todos los cultivos transgénicos plantados a nivel mundial. Maíz y soja transgénico cuentan con el 83 por ciento de todos los cultivos transgénicos plantados en el planeta.

“Lo que emerge de este estudio de la regulación estadounidense, es que se basa en un sistema de aprobación que no garantiza la seguridad de los alimentos transgénicos" dice Schubert.

“La regulación de los alimentos transgénicos en EEUU no se basa en buena ciencia, y hoy en día simplemente se limita a legitimizar la venta de los productos transgénicos” añadió Freese.

“Se necesita un sistema de evaluación y de tests rigurosos como primer paso para que la evaluación de los alimentos transgénicos se efectué de una manera científicamente sólida,” dijo Schubert.