La pobreza, los conflictos armados y la expansión del virus HIV y del Sida son las principales amenazas a la infancia en todo el mundo, advierte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). En el caso de Brasil, estos graves problemas mundiales se reflejan en la vida precaria de los niños del semiárido, en la violencia urbana que victimiza a jóvenes por criterios económicos y raciales, y de los bebés y madres adolescentes que son afectados por la enfermedad que debilita el sistema inmunológico humano.

Este diagnóstico está en el informe Situación Mundial de la Infancia 2005 , lanzado ayer por el organismo internacional en diez ciudades brasileras y en más de 60 países. El documento revela que la asociación entre miseria e infancia está solidificándose cada vez más en el país. Los niños están por demás representados entre la población pobre , afirma la representante del Unicef en Brasil.

Entre la población general, el índice de personas que viven con renta per cápita de hasta medio salario mínimo es del 33,5%. Ese índice es todavía más alto en la región del semiárido, donde el 75% de los niños viven en familias pobres.

De acuerdo con la representante de la entidad, la pobreza no se traduce sólo en la baja renta. Esta situación crítica también aumenta el riesgo de mortalidad infantil y las chances de que los niños sean privados de los derechos al agua potable, al saneamiento adecuado y a la educación de calidad. Datos del IBGE muestran que 780 mil niños brasileros que cursan la 4ª serie de la Enseñanza Fundamental son analfabetos.

Versión nacional

Aunque afortunadamente el país no sufre conflictos armados internos, principal preocupación exteriorizada por la Unicef en este informe, la violencia urbana tiende a sustituir en el país el estado de guerra que se encuentra en países tales como Colombia e Irak.

En 2002, 14 mil jóvenes fueron víctimas de muertes violentas en el País, 12 mil de esas víctimas eran hombres adolescentes. Datos del Ministerio de Salud muestran que cerca del 53% de los mismos eran negros. Las muertes violentas (homicidios, suicidios, accidentes de tránsito y otras) representan el 70% de las muertes de hombres adolescentes y el 34% de las muertes corresponden a mujeres adolescentes.

"El enfrentamiento de la violencia implica el combate a la impunidad de los que cometen violencia contra los niños y de la oferta de más oportunidades de educación. Ayudar a los adolescentes a construir proyectos de vida es también fundamental", aconseja el Unicef.

Caída de la transmisión vertical

En relación con la expansión del virus HIV y del Sida entre la población infantil, Brasil celebra la disminución de la transmisión vertical, o sea, la contaminación ocurrida en el momento del parto o en el amamantamiento materno. Hay sin embargo, una buena noticia aquí, el Programa Brasilero de DST/Sida que ha sido muy exitoso en el combate de la transmisión vertical. Los índices están cayendo , dijo la representante de Unicef.

Para que esto suceda, es necesario ampliar el acceso de las jóvenes gestantes al test de HIV. En Brasil, el 48% de los niños infectados por el HIV/Sida fueron contaminados verticalmente. En el área del HIV/Sida, la otra preocupación del UNICEF es el aumento acelerado de la infección entre las niñas adolescentes. La proporción de incidencia es de 2,1 niñas por cada 1,6 niños. Para detener este avance, el Unicef recomienda una vez más el aumento de la educación preventiva.