«La Unión Europea debe inicia conversaciones con Turquía»

Las vacilaciones ampliamente divulgadas por los medios de comunicación de algunos dirigentes europeos ante el inicio de negociaciones con Turquía, previsto para el 3 de octubre, causaron frustración a una parte creciente de la población turca. En lo adelante, una parte de los turcos piensan que la Unión Europea seguirá poniendo nuevos obstáculos a Turquía para impedirle su adhesión. Hemos tratado de convencerles de que confíen en la Unión Europea. Muy pronto sabremos si teníamos razón.
Turquía satisfacía las dos condiciones planteadas el 17 de diciembre de 2004 para el inicio de las negociaciones: la reforma jurídica y la adopción del protocolo de adaptación del Acuerdo de la Unión Aduanera. El reconocimiento de Chipre no formaba parte de las condiciones preliminares. Este asunto es complejo y depende de la ONU que trata de obtener la reunificación de la isla. Es probable que, muy pronto, Kofi Annan retome sus buenos oficios y se produzca la reunificación mucho antes de 2015, la fecha más próxima fijada para la posible adhesión turca. Contrariamente a lo que afirman algunos dirigentes europeos, una «asociación privilegiada» no podría constituir una alternativa a la adhesión. Ya, el empleo del término «negociación abierta» respecto de las negociaciones con Turquía constituyó una vejación para los turcos antes de que la aceptaran como una ambigüedad constructiva, corriente en diplomacia internacional.
No hay que perder de vista que las negociaciones no deben tener otros objetivos que la adhesión plena y completa de Turquía. Habida cuenta del número de asociaciones ya existentes, cuesta trabajo entender qué valor añadido podría recompensar las relaciones entre la Unión Europea y Turquía fuera de la adhesión de pleno derecho. Esto es lo que entendió el Comisario Europeo para la Ampliación Olli Rehn. No se puede volver atrás en las decisiones y promesas oficiales.