Las elecciones en Alemania pueden conducir a numerosas coaliciones diferentes. Si se analizan los resultados según la división clásica derecha-izquierda, se constata que los partidos de izquierda obtuvieron la mayoría de los votos, pero Merkel intenta negar ese resultado y esta importante lección del escrutinio. Por otro lado, Gerhard Schröder había descartado de antemano toda posibilidad de alianza con el nuevo partido de izquierda debido a su antipatía por Oskar Lafontaine y a la incompatibilidad de los programas de esos partidos.
El surgimiento y el buen resultado de un movimiento de izquierda antiliberal es la gran novedad de ese escrutinio. Ese nuevo partido agrupa al partido del socialismo democrático surgido de la refundación del PC de la RDA y del Wasg, un partido construido por sindicalistas y militantes altermundistas. Ese partido podría dañar por mucho tiempo al SPD. Schröder desarrolló la política neoliberal y envió tropas alemanas a Kosovo. Una parte del electorado de izquierda entendió esas medidas como una traición. El nuevo partido de izquierda fue acreditado por el 12% de las intenciones de voto, pero finalmente tuvo un resultado no tan bueno debido a Angela Merkel. Esta última presentó un programa ultraliberal tan disparatado que logró suavizar la imagen de Schröder.
Se pueden extraer dos lecciones de esa votación: la retórica de la traición de la socialdemocracia, al parecer excesiva, puede dañar a los altermundistas. La segunda lección es que Schröder debería recordar lo que lo salvó.

Fuente
El Periodico (España)

«Por qué Schröder no perdió», por Ignacio Ramonet, El Periódico, 20 de septiembre de 2005.