Portovelo
Mellick Tweedy, el gerente de la South American Development Company, SADC, de 1916 a 1943

«El Campamento minero llamado de Portovelo donde se explotaban varios minerales, principalmente aurífero, pertenece a la South American Development Co., poderosa Compañía Norteamericana, filial del poderoso trust cuyo soberano es Valderbildt.

Portovelo, la minúscula ciudad Campamento, no es sino el centro de la explotación minera que se extiende en el Cantón Zaruma, situado en la Provincia de El Oro, en la Costa Sur del Ecuador.

Las minas de oro de Portovelo fueron seguramente conocidas y explotadas por los indios aborígenes. Los Incas explotaron seguramente lavaderos y probablemente mineral aurífero en Zaruma. Todavía subsisten nombres quichuas de lugares de Zaruma puestos por los Incas, entre ellos Curipamba, o sea llanura de oro. Se cita que cuando Atahualpa fue preso por los españoles, y aquel ofreció un rescate en oro y plata para su libertad, el distrito de zaruma iba a ofrecer al Inca un cuantioso tesoro; cuando se supo que el Monarca de los Incas había sido ejecutado por los españoles, los indios escondieron el tesoro.

Durante la Colonia, Zaruma llegó a ser un distrito minero de gran importancia, fueron explotadas numerosas minas, y cuenta la leyenda que en la famosa mina "Sexmo" los españoles encontraron láminas de oro puro que pesaron 3 onzas y que fueron obsequiadas al Rey de España.

En los primeros años de la República la minería decayó, como toda la industria colonial. Sin embargo hacia 1877 se estableció en Zaruma una compañía minera chileno-ecuatoriana, que fracasó; luego se establecieron compañías nacionales, casi todas las que cedieron sitio a la Compañía Inglesa "The Zaruma Gold Mining Company Limited". También se estableció una Compañía Francesa, hasta que en 1896, quedó, casi exclusivamente entos auríferos y de las obras ejecutadas para explotar el mineral, la "South American Developmento Co." (que subsiste hasta hoy). En adelante denominaremos SADC a esta Compañía, por sus iniciales.

Es innegable que la SADC ha empleado grandes capitales y un esfuerzo tenaz hasta estabilizar la explotación minera, pero la sangre ecuatoriana ha corrido también a torrentes en los campos de Portovelo.»...

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...«El 18 de enero de 1936 fue marcado en Portovelo por uno de los más cobardes e injustificados crímenes policiales y patronales, que se hayan cometido en el Ecuador.

DESPUÉS DEL CRIMEN

’En los heroicos mineros de Portovelo el espíritu de lucha no ha muerto...’

La historia es bien corta: represión sorda en Portovelo, falta de amparo a los trabajadores por parte de los poderes públicos. Ni en los momentos en que el país todo vibraba en defensa de sus derechos exigiendo a las compañías extranjeras respeto a la Soberanía Nacional y revisión de los contratos en beneficio de los ecuatorianos y en tanto que en el resto del país el nuevo gobierno del general Enríquez, daba amplias libertades ciudadanas, solamente en Portovelo, seguía pesando cruelmente, la mano de la represión sobre los trabajadores. Se dio el caso que mientras el Gobierno de Enríquez, se enfrentaba con la South American, las autoridades de Zaruma se permitían defender a la SADC, atacando los intereses del país.

El resultado de todo esto ha sido la destrucción de los organismo de defensa de los trabajadores y el crecimiento de la insolencia de la SADC.

Pero en los heroicos mineros de Portovelo, el espíritu de lucha no ha muerto,. en vano cantan victoria los explotadores extranjeros y sus esbirros nacionales; las asociaciones de los trabajadores resurgirán en día no lejano en forma potente para volver a luchar por sus derechos conculcados vilmente.»
(Fragmentos de «EL IMPERIALISMO EN EL ECUADOR: ORO Y SANGRE EN PORTOVELO»; Ricardo Paredes;Quito;Edit.Artes Gráficas;1938:224p.; dedicado a los ’heroicos Mineros de Asturias’.)


REEDICIÓN DE LA OBRA DE PAREDES

«El Imperialismo en el Ecuador:Oro y Sangre en Portovelo» es un estudio serio de Ricardo Paredes, proyectado en la realidad de su época, de la preguerra y la guerra civil española.

La acuciosidad del autor abarca temas legales, de salud, denuncia las condiciones degradantes de remuneración y vida de los mineros, que contrastan con las fabulosas ganancias de la SADC que, a decir de algunos estudiosos de la época, eran equiparables a lo que le costó a Estados Unidos, su participación en la Segunda Guerra Mundial.

Leer «El Imperialismo en el Ecuador», será refrescante para los historiadores, útil para cientistas sociales y políticos, e indispensable para la juventud que hoy tiene que trasegar entre las ofertas de izquierdas de dudoso cuño y buscar la opción justa de una izquierda revolucionaria que se plantee la toma del poder en las actuales coyunturas históricas, en un marco de unidad de la sociedad ecuatoriana que requiere el cambio para una sociedad justa, para un Estado ecuatoriano soberano y responsable del bienestar de todos los que vivimos en este país, indígenas, afroecuatorianos, mestizos, campesinos, obreros e intelectuales comprometidos con el futuro y no anclados a reformas que amenazan la Soberanía Nacional, que consagran la explotación salvaje de unos pocos sobre la gran masa de ecuatorianos pobres, pasado refugio de la derecha y aliada del imperialismo transnacional y hegemónico de los Estados Unidos. 

Sesenta y ocho años han transcurrido desde que este libro se editara por primera vez en Quito. La cuarta edición ha sido preparada por ’Ediciones La Tierra’, con un estudio introductorio valioso del destacado economista José Moncada Sánchez, exRector de la Universidad Central del Ecuador.

RICARDO PAREDES, EL FUNDADOR

Ricardo Paredes Romero, médico, epidemiólogo, investigador científico y social, escritor e historiador, internacionalista, revolucionario comunista, nació en 1892 en Riobamba y falleció en Quito en 1978, después de una larga y fecunda vida para su Partido, para los obreros, campesinos, indígenas e intelectuales de su generación, exponiendo valientemente sus ideas, denunciando las artimañas del imperialismo yanqui y las compañías capitalistas expoliadoras de los pueblos del Tercer Mundo y sus recursos.

Ricardo Paredes Romero (Riobamba 1892-Quito 1978)
Médico ecuatoriano, epidemiólogo, investigador científico y social, escritor e historiador. Fundador del Partido Comunista del Ecuador.

En 1926, en el marco de la Tercera Internacional, en Moscú, Paredes plantea por primera vez la tesis de la división política del Mundo en los 3 campos y las relaciones de dependencia, dominio y explotación entre el primero capitalista y el tercero, el de los denominados países subdesarrollados y los del campo de las colonias de las metrópolis europeas.

Siendo Senador de la República en 1947, Ricardo Paredes se opone a la prolongación del Tratado de ocupación de las Islas Galápagos, cedidas durante la Segunda Guerra Mundial a los Estados Unidos en el marco de la alianza contra el Eje nazi-fascista. Con una ardorosa defensa de la Soberanía Nacional, del derecho a conservar la integridad de su territorio y de rechazo a las bases militares extranjeras, el destacado legislador comunista logra del Congreso Nacional la negación de tal prórroga.

Al regreso de la URSS, en uno de sus numerosos viajes a ese país, Ricardo Paredes se ve obligado en plena Guerra Fría a aterrizar en Nueva York, con calidad de tránsito a otro destino. El FBI lo detiene, violentando las leyes internacionales e intentado amedrentar al luchador comunista ecuatoriano. Trataron los sabuesos del Imperio que pague, de esta manera, su lucha consecuente por su pueblo y su Patria. Como una semana permaneció detenido en una prisión neoyorquina, en una celda desde cuya ventana podía ’admirar’ a la Estatua de la Libertad, pero de espaldas.

La vinculación de Ricardo Paredes con los marginados del país, le llevó a organizar los primeros sindicatos indígenas en la Sierra, a apoyar a los mineros de la South American Development Company, a organizar a los obreros para la constitución de sus sindicatos y a los estudiantes universitarios para la conformación de su federación, la FEUE. Fue Miembro Fundador de la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE) y de la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI), a la cual representó como diputado en la Constituyente de 1944-45, luego de participar en la Revolución del 28 de Mayo, conocida como «La Gloriosa».

En Quito y Guayaquil, en cada una de las ciudades y pueblos donde trabajó y luchó Ricardo Paredes le recuerda, como pionero de la conquista de los derechos sociales por un futuro mejor, como impulsor de las reivindicaciones locales, como médico abnegado y solidario con sus enfermos pobres, como organizador del Partido Comunista y sus células.

Este esfuerzo de la ’Editorial La Tierra’, es un justo homenaje a la obra y lucha de Ricardo Paredes Romero, comunista, no obstante los intentos soterrados de Germán Rodas Chávez, en su libro «Partido Socialista Casa Adentro», (Quito 2006, Editorial La Tierra) que, denigrándolo, sugiere que actuó fraudulentamente Dentro del Partido Socialista, al afiliar al PSE a la “Segunda Internacional”.

Rodas en calidad de cronista de marras, ungido por una anticomunista, desconocida y secreta santa inquisición del socialismo, dedica buena parte de su obra a responsabilizar a Paredes de la primera división del PSE, que dio origen en 1932 a la fundación del Partido Comunista Ecuatoriano y del cual fuera su fundador y primer Secretario General.

Soslayando las divergencias ideológicas al interior del PSE en ’Casa Adentro’ que se expresaban, por una ala que reunía al pensamiento reformista social demócrata y la otra revolucionaria de privilegiar al Partido como representante de los campesinos, obreros e intelectuales, a la cual pertenecían, entre otros, Paredes, César Endara, Gustavo Araujo, Jesús Gualavisí y Luisa Gómez de la Torre. Rodas intenta como testimonio de veracidad incluir una fotografía de él con Endara, cuando Endara cumplió su 100 años de vida. (pág. 43 del libro citado).

Estas divergencias ideológicas entre el ala que veía un futuro revolucionario y se planteaba la toma del poder, y la otra ala que se contentaba con el reformismo dentro del sistema capitalista, fueron las reales razones de la división del PSE y la fundación del PCE.