1. Presentación de un ultimátum

El primer ministro advierte a la población enemiga que se dispone a atacar objetivos militares situados cerca del lugar donde reside [esa población] y solicita a quienes no estén implicados y quieran salvar sus vidas que abandonen el lugar inmediatamente.

El Sinaí está cerca. [Los pobladores] son autorizados a irse a ese lugar. Los gestos humanitarios de Israel no irán más allá.

El Hamas puede evitar el inicio del ataque aceptando una rendición incondicional.

2. Inicio del asalto

Ataque con toda la reserva [del ejército de Israel] contra objetivos que deben ser neutralizados en todo el territorio de la franja de Gaza.

Movilización de todos los medios militares convencionales –y no sólo de una parte de las fuerzas disponibles– con uso máximo de la fuerza y del poder de fuego.

Todas las infraestructuras y los blancos militares son atacados sin consideración alguna por eventuales «escudos humanos» ni «daños al medio ambiente». Es más que suficiente realizar ataques precisos y advertir con anterioridad a las poblaciones interesadas.

3. Cierre total de todos los accesos a Gaza

Simultáneamente, debe instaurarse el asedio total y absoluto a la franja de la Gaza.

Nada ni nadie podrá penetrar en Gaza.

Israel autorizará, no obstante, algunas salidas (los civiles tendrán la posibilidad de irse al Sinaí, los combatientes podrán rendirse a las fuerzas armadas de Israel).

4. Organización de la defensa

Todo punto de donde haya partido un ataque contra Israel o contra las fuerzas armadas de Israel se convertirá de inmediato en blanco y será atacado masivamente sin consideración alguna por los «escudos humanos» y los «daños al medio ambiente».

5. Conquista del territorio

Cuando las fuerzas armadas de Israel hayan debilitado lo suficiente los blancos enemigos mediante bombardeos aéreos y tiros [de artillería] de largo alcance, dichas fuerzas lanzarán su infantería a la conquista de todo el territorio de Gaza, velando por hacer correr el mínimo de riesgos y sufrir el mínimo de daños a sus soldados y sin tomar en cuenta ningún otro tipo de consideración.

6. Eliminación del enemigo

Las Fuerzas de Defensa de Israel (Tsahal-IDF) y los Servicios de Seguridad israelíes (GSS o Shin Bet) eliminarán hasta el último de todos los enemigos de Israel sobre las armas.

La población enemiga que no se haya hecho culpable de ninguna falta y que haya tenido la precaución de mantenerse apartada de los terroristas será tratada conforme al derecho internacional y autorizada a abandonar el territorio.

Israel aportará una ayuda generosa a todos los que deseen irse.

7. Establecer y ejercer nuestra soberanía

Gaza es parte de nuestra Tierra y allí nos quedaremos hasta el fin de los tiempos. La liberación de pedazos de nuestro territorio es lo único que justifica que se ponga en peligro la vida de nuestros soldados para organizar la conquista de tierras. Cuando Gaza haya sido liberada del terrorismo se convertirá en parte integrante del Estado de Israel y será poblada por los judíos. Eso permitirá además atenuar la crisis de alojamiento que enfrenta Israel.

La línea de ferrocarril que bordea la costa será prolongada en cuanto sea posible para cubrir la franja de Gaza en toda su extensión.

Los sondeos indican que la mayoría de los árabes de Gaza quieren irse. A todos los que no hayan estado implicados en las actividades antiisraelíes se les ofrecerá una contribución generosa para que emigren al extranjero.

Los que opten por quedarse recibirán el estatus de residentes permanentes. Después de haber vivido varios años en Israel, y de haberse familiarizado con nuestras costumbres, los que así lo deseen podrán –caso por caso, en el marco de las leyes que serán adoptadas por la Knesset [el parlamento israelí] y mediante autorización del ministro del Interior– tener acceso a la ciudadanía israelí si optan por aceptar que se les apliquen las leyes y reglamentos, el modo de vida y los principios que el Estado Judío pretende hacer prevalecer sobre su Tierra.