Aprovechando que el presidente Obama no estaba en Washington (se fue de gira por África desde el 24 de julio, después de su conversación telefónica con Erdogan), el general John Allen [1], enviado especial del presidente estadounidense ante la coalición global contra el Emirato Islámico, garantizó al presidente turco que se le permitiría imponer una zona de exclusión aérea de 90 kilómetros de profundidad en territorio sirio a lo largo de la frontera turco-siria.

Esta zona de exclusión de vuelo debía garantizar una base de retaguardia a la operación «secreta» contra Siria y estaba llamada a ser anexada posteriormente al Kurdistán iraquí, ofreciendo así a este último una salida al Mar Mediterráneo, de conformidad con el plan Robin Wright de rediseño del «Medio Oriente ampliado».

Dado que Israel controlaría ese Kurdistán, a través del clan Barzani, el general Allen y el presidente turco Erdogan decidieron reactivar la guerra contra los kurdos del PKK, encabezado por Abdullah Ocalan, el rival del clan Barzani.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, reveló el acuerdo ante las cámaras de la televisión «A Haber».

En una reacción excepcionalmente dura, el presidente Obama ordenó desautorizar públicamente al general Allen y ha nombrado un enviado especial para Siria, Michael Ratney, quien reemplaza a Daniel Rubinstein [2].

Experto en temas del Medio Oriente, Michael Ratney, es ante todo un especialista en propaganda y medios de comunicación.

[1«El increíble plan de “paz” estadounidense para Siria», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire, 30 de diciembre de 2014.

[2«Funcionario estadounidense acusa a Damasco de apoyar a Daesh», Red Voltaire, 4 de junio de 2015.