El secretario de Estado John Kerry hizo un viaje urgente a Moscú, donde se entrevistó sucesivamente con el presidente Vladimir Putin y con el ministro de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov.

El jefe de la diplomacia estadounidense llegó a la capital rusa para proponer exactamente lo mismo que Moscú ya había propuesto anteriormente a Washington en varias ocasiones: unir los esfuerzos militares de Rusia y Estados Unidos en la lucha contra el Emirato Islámico (Daesh).

Las conversaciones debían abordar la cuestión de qué grupos deben ser atacados y cuáles no. Washington establece una diferencia entre los yihadistas extranjeros –a los que condena– y la oposición siria «moderada» –a la que incluso entrena. Sin embargo, en el Festival de Aspen, John Kerry sorprendió a los participantes al declarar: «Hay varios subgrupos de Daesh y del Frente al-Nusra, como Yesh al-Islam y Ahrar al-Sham, que no respetan las condiciones del cese del fuego y siguen combatiendo».

Yesh al-Islam (Ejército del Islam) es un grupo armado financiado por Arabia Saudita, dirigido –hasta el momento del Brexit– por miembros del SAS (fuerzas especiales británicas) y particularmente activo en los alrededores de la capital siria. El representante de Yesh al-Islam, Mohammed Aluche, presidió la delegación de la oposición «moderada» en las negociaciones de Ginebra.

Ahrar al-Sham (Movimiento Islámico de los Hombres Libres de Sham) es un grupo armado creado y dirigido por Turquía desde el inicio de la guerra contra Siria, incluso antes del Ejército Libre Sirio. Ahrar al-Sham está financiado por Qatar y sus relaciones públicas estaban garantizadas –al menos hasta el momento del Brexit– por el MI6 británico. Aunque el grupo mismo nunca ha proclamado su afiliación a esa organización terrorista, la mayoria de sus jefes son miembros de al-Qaeda. Ahrar al-Sham incluso llegó a publicar un artículo de opinión en el Washington Post y se muestra especialmente activo en la región de Alepo.

La coordinación militar entre Rusia y Estados Unidos se llevaría a cabo desde Jordania. Sólo al cabo de 4 años de guerra, los Dos Grandes parecen haber llegado a una misma interpretación del Comunicado de Ginebra, firmado en 2012: la creación de un gobierno sirio de unión nacional bajo la presidencia de Bachar al-Assad.

No se ha confirmado aún la aprobación del acuerdo de Moscú por parte de la Casa Blanca.