Varios motines estallaron en Qamlishi y en Derik (en el norte de Siria) en lo que constituye un resurgimiento de la oposición entre los kurdos del KNC y los del YPD, enfrentamiento que había desaparecido temporalmente como resultado del respaldo del Pentágono a ambos grupos en la lucha contra el Emirato Islámico (Daesh).

El nuevo conflicto entre los dos grupos kurdos se inició debido a la detención, durante 6 horas, de uno de los jefes del KNC por miembros de la milicia kurda Asayish, que forma parte del YPD.

Por otra parte, el periodista kurdo Widat Hussein Alí fue reportado como muerto en un conflicto interno entre miembros del YPD.

Los conflictos entre kurdos, en los que parecen enfrentarse los partidarios del clan Barzani –a la cabeza del gobierno regional del Kurdistán iraquí– y los elementos fieles a Abdullah Ocalan –el dirigente histórico del PKK, partido de los kurdos de Turquía–, en realidad podrían ser reflejo de la oposición entre los kurdos que responden a los intereses de Estados Unidos y de Israel, y los kurdos favorables a Rusia y Siria.