Juan Lozano, director general de Pemex Fertilizantes, tiene previsto para el cierre de 2016 concluir varias de las inversiones estratégicas en las que participa esta unidad de negocios de la petrolera, conformada por las plantas que adquirió a los grupos empresariales Fertimex (propiedad de Fabio Covarrubias) y AHMSA (de Alonso Ancira) en los estados de Veracruz y Michoacán.

Una nueva plata de urea (materia prima básica de la industria de los fertilizantes) se encuentra entre los proyectos de Pemex Fertilizantes. Lozano -quien llega del IMSS y del sector farmacéutico– confía en que el recorte presupuestal en 2017 no afectará lo programado para este negocio con el que no sólo se busca apoyar al sector agropecuario que depende de las importaciones de fertilizantes, sino desarrollar una estrategia de largo plazo rumbo a la autonomía alimentaria.

Lozano esta consiente del ajuste del 25 por ciento al presupuesto de proyectos en Pemex, pero lo mismo sucedió en 2016 y se adquirieron activos estratégicos para cualquier corporativo privado en el negocio de los fertilizantes. Sólo como un dato, varias compañías estadounidenses y europeas estaban interesadas en las plantas de Fertimex años antes de que Pemex se decidiera a adquirirlas.

Fue en 2010 cuando la multinacional de la industria de los fertilizantes The Mosaic Corp. inició pláticas con el empresario mexicano Fabio Covarrubias para adquirir todos sus activos en una oferta que superaría los 1 mil millones de dólares. En ese año, el empresario desmintió que se encontraba en negociaciones para dejar un negocio que enfrentó un gran desgaste luego de un costoso pleito con la aseguradora ING. Usted recuerda que las plantes de Fertinal resultaron afectadas por el huracán Juliette en 2001; después, ING decidió dejar el país, al menos en el negocio de los seguros contra daños.

Así, las últimas décadas para Fertinal fueron de constantes pleitos judiciales, pero sobre todo de escasa materia prima y altos precios. Ahora que Pemex a través de su nueva estructura empresarial retomó el negocio de los fertilizantes, quedará registrado que adquirió en sólo 250 millones de dólares los activos y marcas de Fertinal. ¿Una ganga?

La historia detrás de un proyecto estratégico

Fue en el gobierno de Carlos Salinas cuando Fertinal fue privatizada. Antes había enfrentado problemas ambientales, sindicales y financieros. Hace varios años, a través de la Asociación Nacional de Comercializadores y Productores de Fertilizantes, Covarrubias Piffer logró que el gobierno de Enrique Peña Nieto escuchara una propuesta para impulsar la producción de amoniaco a precios competitivos, a fin de reducir las importaciones de materia prima.

Con los gobiernos panistas la propuesta nunca prosperó, y no sólo porque a Covarrubias se le ubicaba como un empresario vinculado con el expresidente, sino porque para incrementar la producción de materias primas para la industria de los fertilizantes Pemex necesitaba gas natural en precio y volumen para cumplir con estas expectativas. Al parecer, la propuesta de Fabio fue escuchada pero él se quedó fuera del negocio.

Hace más de un año, Pemex adquirió en más de 400 millones de dólares la planta de fertilizantes que opera Altos Hornos de México (AHMSA), que preside Alonso Ancira. Con Agro Nitrogenados, que formaba parte de la filial de Ahmsa, Minosa, la paraestatal en Coatzacoalcos impulsará la cadena amoniaco-fertilizantes y la producción de urea, materiales estratégicos para la producción del sector primario.

En ese momento trascendió que la verdadera operación que estaba concretando Pemex era la compra de la infraestructura aeroportuaria de AHMSA en Coatzacoalcos, en donde se realizan operaciones importantes en la industria petroquímica privada como la de Odebrecht e Idesa. Así, la compra de los activos de Fertinal en 250 millones se consolidó, para algunos, como una verdadera ganga para Pemex en un momento de baja actividad para este sector. En época de crisis, sin embargo, la rentabilidad de la inversión por 650 millones de dólares tendrá que ponerse a prueba.

La adquisición de los activos de Agro Nitrogenados se realizó a través de PMI Comercio Internacional y con ella se busca reactivar la producción de fertilizantes nacionales para aumentar la competitividad del campo y disminuir la dependencia alimentaria, obedeciendo un mandato de la Ley de Petróleos Mexicanos, el Plan Nacional de Desarrollo y el Pacto por México. La información que se dio sobre esta transacción fue limitada; sin embargo, la deuda con la que se pagó sí tuvo que reportarse como parte de los compromisos de Pemex. La justificación, se insiste, es social y estratégica.

México importa el 39 por ciento de su consumo de cereales y más del 70 por ciento de los fertilizantes que utiliza, por lo que es necesario desarrollar la producción de urea nacional para sustituir la importación.

El objetivo de Pemex a través de PMI Comercio Internacional era, según se informó en el momento de la operación, encontrar las mejores condiciones para la producción de petroquímicos que beneficien al mercado nacional.

A Pemex, no obstante, la compra de plantas en el sector de los fertilizantes le ha representado la crítica constante de analistas que señalan la operación como un salvavidas para los empresarios que, en su momento, apoyaron al gobierno de Carlos Salinas de Gortari durante la época de la privatización de empresas paraestatales.

Pemex y Lozano prefieren avanzar y demostrar, dicen, que el plan de la autosuficiencia en materia de fertilizantes puede ser altamente rentable. En su momento, Fabio Covarrubias –después de demandar a la asegurada ING– le aseguró al gobierno federal en un documento que entregó a Pemex y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que sólo una participación pública con recursos a fondo perdido salvarían al sector de los insumos petroquímicos para el campo. La profecía, al parecer, se cumplió.

En México, el proyecto de la autosuficiencia en el mercado de fertilizantes coincide con la decisión de otros países de América Latina como Bolivia, de competir por el mercado de la urea y dejar de depender de algunos países en Europa o Asia con entornos sociales y políticos altamente complejos.

En Bolivia, el gobierno desarrolla un proyecto de gasoducto para garantizar los combustibles necesarios para la operación de la planta de urea que estará destinada al consumo interno y a las exportaciones en la región. Pemex tendrá competencia con Evo Morales para su sueño de exportar fertilizantes a Centro y Sudamérica.

Pemex Fertilizantes también trabaja en su estructura corporativa. Las plantas que adquirió PMI Comercio Internacional le serán transferidas en breve y seguirá operando en transacciones internacionales que permitan apuntalar negocios globales. Así, la transferencia resulta clave para entender cómo operará PMI.

¿Seguirá en el ámbito de las legislaciones fiscales laxas? Pemex, como empresa productiva del Estado, ya no tiene la obligación de informar como lo hacía en su condición de paraestatal. Hasta hace un año, PMI enlistaba en sus nuevos negocios a los fertilizantes. Fue este corporativo la entidad que aportó los recursos para adquirir las plantas de Alonso Ancira, el famoso complejo de Agro Nitrogenados que incluye el puerto con vocación exportadora en Veracruz, por el que muchos aún suspiran.

Pero los planes en Pemex, al parecer, se están revisando. Fue hace más de un años cuando el Consejo de Administración de esa empresa petrolera decidió el nombramiento de Alejandro Martínez Sibaja en la Dirección de Pemex Infraestructura. Con este paso, buscaba la transformación de la exparaestatal en una empresa productiva del Estado con nuevas unidades de negocios y metas. Martínez Sibaja ha sido director de Pemex Gas y Petroquímica Básica. Pemex Transformación Industrial, subsidiaria de Pemex, busca capitalizar todas las oportunidades posibles en el segmento de cogeneración, fertilizantes y actividad en refinerías.

Pemex Transformación Industrial también se encargará de la importación, exportación, comercialización, expendio al público, elaboración y venta de hidrocarburos, petrolíferos, gas natural y petroquímicos.

Al consolidar el control de las plantas de fertilizantes, Pemex está revisando el potencial de sus activos con vocación exportadora. Una muestra de ello es la red portuaria que tiene en Veracruz y que constituye uno de los grandes puntos para la exportación. Si bien la modernización de las instalaciones es clave para lograr buenos márgenes en un negocio petroquímico altamente competitivo, la oportunidad que ofrece este puerto será clave para alcanzar la rentabilidad del negocio.

Fuente
Contralínea (México)