No fue precisamente John F. Kennedy quien dio inicio a esa política. Ya en febrero de 1959, Cuba denuncia la existencia en bancos norteamericanos de 424 millones de dólares robados por personeros batistianos que nunca fueron devueltos y ese propio mes el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos deniega un limitado crédito solicitado por el Banco Nacional de Cuba.

En junio siguiente, el Departamento de Estado convoca una reunión para orientar que "correspondía al Gobierno de Estados Unidos asumir de inmediato una posición muy firme contra la Ley de Reforma Agraria y su implementación. (...) La mejor manera de alcanzar el necesario resultado era la presión económica".

De acuerdo con esa doctrina el presidente Eisenhower, al final de su mandato, antes de asumir Kennedy, se encargó en 1960 de restringir la exportación de petróleo a Cuba, ordenó el cese de operaciones de empresas estadounidenses en suelo cubano y decretó la reducción de la cuota azucarera a la Isla, entre otras medidas.

Además, esa administración inició la tradición para los siguientes 50 años de doblez de los gobiernos norteamericanos al acompañar siempre sus políticas públicas con sórdidos programas secretos de la comunidad de inteligencia.

En años posteriores, el bloqueo se fue perfeccionando con una intrincada red de medidas, leyes, decisiones ejecutivas y extendió las acciones punitivas con presiones políticas, diplomáticas y económicas contra todos los países, compañías, bancos y cualquier entidad que estableciera relaciones con nuestro país, con lo cual viola todas las normas del derecho internacional y causa grandes daños al pueblo cubano.

Después de la caída de la URSS y el campo socialista, con el que Cuba sostenía más del 70% de sus relaciones comerciales, se renovaron las esperanzas de la Casa Blanca y de la mafia cubano-americana sobre una caída inminente de la Revolución e iniciaron una de las etapas más criminales de la política de bloqueo, que buscaba provocar un verdadero genocidio por hambre, enfermedades y la imposibilidad de subsistencia del pueblo cubano.

Para este fin en 1992 y 1996 se promulgaron la Ley Torricelli y la Helms-Burton, con las cuales se reforzó la extraterritorialidad del bloqueo con multas, incautaciones, persecución legal y acciones represivas contra intereses, propiedades y personas de terceros países que comerciaran o invirtieran en Cuba.

Además, se limitaron las prerrogativas del Presidente de Estados Unidos para suspender esta política y se fortaleció el papel del Congreso para llevarla adelante en forma de ley.

Desde 1992, cuando se presentó la primera moción cubana contra el bloqueo en la Asamblea General de la ONU, el mundo ha votado año tras años contra ese engendro, con excepción de Estados Unidos e Israel y unos pocos países sometidos a la presión estadounidense.

Debido al proceso de normalización de relaciones entre Washington y La Habana, iniciado en diciembre de 2014, Estados Unidos e Israel, su eterno aliado, se abstuvieron en la votación de 2016 por lo que esa política no tuvo ningún patrocinador esta vez y fue total su repudio.

Infografía del canal de television multinacional TeleSur, sobre el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba

A pesar del clima de distensión iniciado desde la anterior administración del presidente Barack Obama, el bloqueo se mantiene intacto como el más largo y genocida de la historia, implantado en aquel lejano año de 1962 por el presidente Kennedy, pensando quizás que bastarían solo algunos meses de su implementación para el derrocamiento de la Revolución, que continúa enfrentando la genocida política con la resistencia heroica de su pueblo como protagonista.

Fuente
Agencia Cubana de Noticias
La Agencia Cubana de Noticias (ACN) es una división de la Agencia de Información Nacional (AIN) de Cuba fundada el 21 de mayo de 1974.