Al término de un encuentro con el emir de Qatar en el palacio presidencial de Ankara, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan convirtió una simple ceremonia de inauguración en un mitin contra Estados Unidos, donde advirtió sobre una nueva operación estadounidense de cambio de régimen, esta vez en contra de su gobierno.

Considerando que la creación en la frontera turco-siria de una fuerza militar conformada con miembros de dos organizaciones terroristas –el Emirato Islámico (Daesh) y las YPG kurdas– bajo las órdenes de Estados Unidos [1] no puede tener otro objetivo que intervenir en Turquía, el presidente Erdogan denunció, el 15 de enero de 2018, que Washington tiene evidentes intenciones de derrocarlo.

[1«El Pentágono enrola más de 10 000 ex yihadistas de Daesh», Red Voltaire, 16 de enero de 2018.