Según la prensa alemana, el Servicio Federal de Inteligencia de Alemania (BND) obtuvo una muestra de novichok en los años 1980 a través de un tránsfuga ex soviético.

Alemania compartió ese producto con Estados Unidos y con el Reino Unido, supuestamente para desarrollar métodos de protección y antídotos.

Esta revelación contradice las alegaciones del gobierno británico cuya primer ministro, Theresa May, afirmó desde el primer momento que sólo Rusia era capaz de producir el agente neurotóxico que ella presentó como “novichok”.