El secretario general del Hezbollah, Hassan Nasrallah, opuso un rotundo desmentido a las ‎alegaciones de la prensa de las monarquías del Golfo Arábigo-Pérsico. ‎

 El mes pasado, la televisora saudita al-Arabiya afirmaba que había combates entre militares rusos e iraníes en el norte de Siria.‎
 El diario emiratí The National había anunciado que las sanciones estadounidenses contra el ‎Hezbollah se harían extensivas al partido libanés Amal y al presidente de la Asamblea Nacional ‎libanesa, Nabih Berri.
 El diario kuwaití al-Rai anunció preparativos de guerra entre Israel y el Líbano. ‎

Todas esas informaciones falsas aparecen en un contexto de grave crisis económica en Líbano y ‎en Siria y tratan de hacer creer que estos dos países no pueden hacer otra cosa que reactivar ‎una guerra cuya responsabilidad se les atribuye. En realidad, Líbano se prepara para adoptar ‎medidas de austeridad sin precedentes en ese país y Siria ya estableció un sistema de ‎racionamiento de todos los productos energéticos, pero ambos países están inmersos en intensas ‎gestiones diplomáticas para romper el bloqueo que Estados Unidos les impone. ‎

El hecho es que los medios de difusión extraregionales que se han hecho eco de la propaganda ‎contra el Hezbollah y contra Siria siguen sin entender la dinámica del Medio Oriente. ‎

Nota: Los lectores más observadores habrán notado la presencia de una flor de lis en el ‎decorado que aparece detrás de Hassan Nasrallah. Se debe a que el líder de la resistencia libanesa ‎dio a conocer su desmentido durante una alocución pronunciada en el marco del 34º aniversario ‎de la fundación de los Scouts del Imam al-Mahdi.