Los colaboradores de la agencia rusa Sputnik en Estambul fueron detenidos por la policía turca y ‎posteriormente liberados como resultado de la intervención del ministro ruso de Exteriores, ‎Serguei Lavrov. ‎

Sputnik había publicado un artículo titulado «“Provincia robada”, como Francia ayudó Turquía a ‎apoderarse de una región siria hace 80 años», sobre un diferendo fronterizo turco-sirio existente ‎desde 1945. ‎

En 1939, Francia cedió a Turquía la región de Alejandreta (Iskenderum) y la ciudad siria de ‎Antioquía (en la actual provincia turca de Hatay), modificando así unilateralmente tanto el mandato ‎que la Sociedad de Naciones (antecesora de la ONU) le había otorgado sobre Siria como el ‎Tratado de Lausana sobre las fronteras turcas. Para legalizar aquella cesión unilateral de territorio ‎sirio a Turquía, Francia orquestó un dudoso “referéndum” en el que la población aprobaría la ‎decisión ya tomada en París. ‎

El artículo de Sputnik fue visto en Turquía como alusión a una eventual complicidad occidental en ‎la futura anexión de territorio sirio. ‎

Sputnik explica aquella extraña cesión de territorio como resultado del interés de Francia por establecer una alianza con Turquía ante el ascenso de la Alemania nazi, pero existen otras ‎dos explicaciones que no son necesariamente contradictorias:
 En 1936, Leon Blum, entonces primer ministro de Francia, había negociado con el movimiento ‎sionista la creación del Estado de Israel, pero no en la Palestina británica sino en Siria o en ‎el actual Líbano, territorios que entonces se hallaban bajo mandato francés. Leon Blum planeaba conceder a los kurdos la región situada al este del Éufrates y dejaba Hatay ‎en manos de Turquía.‎ El proyecto ‎de Leon Blum nunca fue sometido a la Asamblea Nacional francesa ya que su gobierno fue ‎derrocado.
 Francia quería conservar el Patriarcado maronita de Antioquía –fiel a Roma– y acabar con el ‎Patriarcado ortodoxo de la misma ciudad –fiel a Moscú. Los turcos, que discriminaban –y siguen ‎discriminando aún– a los cristianos, hicieron la vida imposible a los ortodoxos. Actualmente, el ‎Patriarca maronita reside en Beirut –la capital libanesa– mientras que el Patriarca ortodoxo reside ‎en Damasco –la capital siria. ‎

En todo caso, el tratado franco-turco preveía la realización de un segundo referéndum, que debía ‎realizarse 80 años después –o sea, en 2019– para confirmar o no la cesión. Turquía preparó el ‎terreno procediendo a grandes modificaciones en la composición de la población de esos ‎territorios pero, en medio de la guerra contra Siria y en el contexto del intento de golpe ‎de Estado en Turquía, el referéndum no ha tenido lugar. ‎