Uno de los principales retos estratégicos de la época contemporánea es el riesgo de surgimiento de una confrontación de envergadura en el espacio digital. Una responsabilidad especial por prevenirla recae sobre los actores clave en el ámbito de seguridad de la información internacional (SII). En esta relación, quisiéramos volver a dirigirnos a EEUU para proponer aprobar un programa integral de medidas prácticas con vistas a reiniciar nuestras relaciones en la esfera de uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC).

Primero. Restablecer un sustancial diálogo bilateral constructivo entre los correspondientes departamentos sobre las cuestiones clave de mantenimiento a alto nivel de la SII.

Segundo. Mantener un ininterrumpido y eficaz funcionamiento de los canales de enlace entre los departamentos competentes de nuestros países por conducto de los centros responsables de disminuir el peligro nuclear, los grupos de rápida reacción a las emergencias informáticas y los altos cargos oficiales que supervisan estas cuestiones dentro de las estructuras responsables de garantizar la seguridad nacional, incluida la de la información.

Tercero. Redactar conjuntamente y suscribir el acuerdo bilateral intergubernamental sobre la prevención de emergencias en el espacio digital por analogía con el vigente Acuerdo soviético-estadounidense sobre la prevención de incidentes en alta mar y su espacio aéreo, de 25 de mayo de 1972.

Cuarto. Intercambiar, en forma mutuamente aceptable, las garantías de no injerencia en los asuntos internos de cada uno, incluyendo los procesos electorales, también con el uso de las TIC y otros métodos de alto contenido tecnológico.

Exhortamos a EEUU a dar inicio al profesional diálogo pericial ruso-estadounidense sobre cuestiones de la SII, sin convertirlo en rehén de nuestras discrepancias políticas.

Dichas medidas buscan elevar de nivel la confianza entre nuestros Estados, garantizar la seguridad y la prosperidad de nuestros pueblos. Constituirían un ponderable aporte a la edificación de un mundo global en el espacio digital. Dirigiéndome a todos los países, incluyendo EEUU, propongo suscribir un acuerdo global, mediante el cual los Estados asuman el compromiso político a no ser los primeros en asestar unos contra otros el golpe con empleo de las TIC.