Ante la alarma expresada desde el seno de las iglesias católica y ortodoxa, la Santa Sede ha ‎tomado conciencia de las graves consecuencias culturales del anterior anuncio sobre una próxima ‎consagración de Ucrania y de Rusia al Inmaculado Corazón de María, en relación con ‎las revelaciones ‎basadas en las visiones de Fátima [1]. ‎

Dejando implícito que la Santa Sede no desea abrir la puerta a lo que sería una ‎nueva cruzada contra lo que algunos llaman la «Tercera Roma» (Moscú), el Vaticano acaba de corregir su anuncio ‎anterior y ahora precisa que, el 25 de marzo de 2022, el papa Francisco consagrará «el mundo ‎entero» al Inmaculado Corazón de María. ‎

[1«Los “straussianos” quieren convertir el conflicto ‎ucraniano en una guerra de religión», Red Voltaire, 16 de marzo de 2022 y «Ucrania, otra gran manipulación», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 22 de marzo de 2022.