El pasado 27 de mayo el gobierno venezolano resolvió de manera soberana y legítima la no renovación de la concesión otorgada a Radio Caracas Televisión (RCTV), decisión que se inscribe en la potestad del gobierno de administrar la frecuencia radioeléctrica. Condición ésta que el gobierno venezolano comparte con la mayor parte de regímenes democráticos en el mundo.
El historial de RCTV es largo y las infracciones incluyen la participación activa en el fallido golpe de Estado del 2002, transmisión de propaganda política subliminal en programación infantil, promoción de pornografía y prostitución, llamados al magnicidio, por mencionar sólo las cometidas en los últimos años, sin embargo el canal no fue cancelado, simplemente se esperó a que la concesión venciera para no ser renovada.
Ahora quienes silenciaron al pueblo venezolano durante abril del 2002, se autonombran los ’defensores de la libertad de expresión’. Siempre nos quedará la pregunta: ¿libertad de quien? Parece estar claro que los grandes medios hablan de la libertad de las empresas y de las corporaciones, no de la gente.
A pesar de todo lo dicho, se ha desplegado una matriz internacional sobre el «cierre del canal» y no del fin de la concesión, al tiempo que se cataloga al gobierno venezolano de autoritario y la decisión se la hace aparecer como propia de una dictadura, ésto con el fin de movilizar a la opinión pública mundial y preparar el terreno para la intervención extranjera en Venezuela.
Se habla de amenaza a la libertad de expresión cuando son reducidos grupos económicos y sus medios privados los que controlan entre el 80 y 93 por ciento del espacio radioeléctrico.
Una vez más los grandes medios tanto en Venezuela como en el exterior se han sumado a estos nuevos intentos de golpe de Estado.
Es ante esta situación, las organizaciones y personalidades abajo firmantes, desde la Patria de la Generala Manuela Sáenz reiteramos nuestra solidaridad y apoyo para con el pueblo y el gobierno revolucionarios de Venezuela.
Rechazamos los planes de desestabilización y exigimos que los medios de comunicación DIGAN LA VERDAD y dejen de manipular y tergiversar la información.
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