Las palabras de Luis Macas, líder indígena, relatan cómo la fuerza del pueblo ecuatoriano le torció el brazo al gobierno y a la multinacional OXY. Las movilizaciones como formadoras de conciencia y “arma fundamental” en este nuevo panorama Latinoamericano.
El presidente de la confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Luis Macas, destacó que la declaratoria de la caducidad del contrato entre el Estado ecuatoriano y la compañía estadounidense Occidental (OXY) es un triunfo de los ecuatorianos y ecuatorianas que luchan en defensa de la soberanía, de los movimientos sociales que han caminado unidos tras ese objetivo y del movimiento indígena que con sus movilizaciones puso el tema en discusión de la población e hizo tomar conciencia sobre la justicia de declarar la caducidad de ese convenio.
“La declaratoria de la caducidad del contrato con OXY luego de las movilizaciones del movimiento indígena y otros movimientos sociales, nos demuestra que cuando actuamos unidos, cuando caminamos juntos, cuando no nos dividimos, se logran triunfos importantes para el país.
Porque éste, más que un triunfo del movimiento indígena, es un triunfo del país. Es un triunfo de quienes luchan por un país mejor, más equitativo, un país que cobije a todos sin exclusiones y sin discriminación. La presión y la movilización han sido armas pacíficas fundamentales para que el gobierno se decida por la caducidad. Como ha ocurrido a través de los siglos, nadie nos ha regalado nada, los logros fundamentales los hemos conquistado nosotros mismos”, aseguró Macas.
“Saludamos la lucha de los pueblos de la Amazonía, de los trabajadores petroleros y trabajadores en general, de las asambleas barriales de Quito y otras ciudades, la presencia activa del movimiento estudiantil, los intelectuales, los artistas, los profesionales, los periodistas comprometidos con el país, los distintos movimientos y sectores sociales, y todos los ecuatorianos y ecuatorianas que luchamos por la justicia. Es desde estos procesos conjuntos que iremos construyendo una unidad sólida y de largo plazo”, enfatizó el Presidente de la CONAIE.
El dirigente indígena argumentó que con la declaratoria de la caducidad, el gobierno está cumpliendo la ley, y ahora debe dar un paso más: “Con este precedente importante, el gobierno ecuatoriano debe dejar de mendigar al gobierno de Estados Unidos para que se siente nuevamente a negociar el TLC, y ya cerrar definitivamente las negociaciones. El movimiento indígena no se quedará quieto hasta que se cierre la negociación de ese tratado perjudicial para el país. La caducidad del contrato con la OXY es un triunfo, pero todavía hay mucho camino por recorrer, por eso seguimos caminando”.
El presidente de la CONAIE destacó que en ese camino por un Ecuador mejor está la nacionalización de los hidrocarburos y una Asamblea Constituyente auténticamente participativa, en la que se puedan “establecer las bases de un Estado que cobije a todos”.
“Las estructuras del Estado, que son las mismas de la colonia, se está desmoronando, por eso hay que construir un Estado diferente, plural. Este es un país diverso. Aquí hay mestizos, indígenas, afroecuatorianos y unos pocos blancos. De ninguna manera se tiene que sentir amenazado nadie por la propuesta indígena, un país no puede ser modificado por un sector racial que ponga una camisa de fuerza a los demás. No puede ser que nadie quede excluido.
Esa diversidad debe poder expresarse en la Asamblea Constituyente. Con esa diversidad, con la interculturalidad, se construirá un país mejor”, señaló Macas.
Hebe y Pino Solanas reclamaron a Kirchner por el petróleo
Bajo la sigla MORENO (Movimiento por la Recuperación de la Energía Nacional Orientadora) se reúnen un grupo de ex trabajadores del petróleo, el gas y la energía eléctrica y miembros de la Asociación de Profesionales de la CNEA. Su lucha por el regreso de la acción pública en la producción petrolera viene de lejos. Su presidente es Fernando “Pino” Solanas. El cineasta y Hebe de Bonafini fueron recibidos en la mañana del viernes 5 de mayo por el Presidente Néstor Kirchner en la Casa Rosada.
El día antes del encuentro con el Jefe de Estado, la Presidenta de las Madrea adelantó en la Plaza de Mayo, tras la marcha de todos los jueves, qué iba a plantearle al patagónico. “Evo ya se plantó y dijo todo lo que está acá abajo es nuestro. Y nosotros tenemos que hacer lo mismo. Con lo que está abajo y lo que está arriba, porque arriba hay hierro, hay plata, hay níquel y abajo hay carbón y hay petróleo. Hay un montón de cosas, ni sabemos lo que tenemos”, señaló Hebe y seguidamente se preguntó: “¿Alguno de ustedes sabe lo que tenemos abajo y arriba de la tierra? Nadie, porque en la escuela no nos enseñan eso”.
Por su parte, Pino Solanas le reclamó al presidente argentino que el Estado Nacional tomara una decisión similar a la de su par boliviano. Desde MORENO se sostiene que el modelo de privatizaciones puesto en práctica desde 1989 fue absolutamente incapaz de asegurar el crecimiento económico del país y que lo coloca al borde de una profunda crisis energética.
En la reunión con el Presidente, Solanas le entregó en mano un documento firmado por los dirigentes del MORENO en el que se hace un crudo diagnóstico de la actual situación energética y se puntualizan las consecuencias de la nefasta política petrolera iniciada con Menem.
Ante el estado de situación, MORENO reclamó que se cumpla drásticamente con la ley, en lo que el grupo llama “Revolución de la Ley”, recuperando áreas donde no se respetan los acuerdos firmados y reasignándoselas a ENARSA, cuya ley de creación debiera ser modificada y transformada en una Sociedad del Estado.
Para MORENO es prioritario el regreso de una gran empresa energética pública, que sería ENARSA, con recursos, yacimientos, transporte, refinería y bocas de expendio propias. A su vez, plantea la necesidad de recuperar para el Estado la empresa Repsol-YPF y hacer valer la acción de oro que el Estado nacional posee en el directorio de YPF S.A.
Para alcanzar los objetivos trazados, se plantea la necesidad de derogar los decretos desregulatorios del año 1989 y considerar al ciclo económico de los hidrocarburos como un servicio público, regulado íntegramente. Asimismo, se reclama una severa auditoría de reservas y de costos con técnicos y profesionales argentinos, independientes de las petroleras. En la actualidad, el único control que ejerce la Secretaría de Energía es a través de declaraciones juradas presentadas por las propias empresas. Además, el grupo MORENO exige la suspensión de las exportaciones de hidrocarburos y que se vuelva atrás con la política estatal de desgravación y beneficios a las petroleras por sus obligatorias exploraciones en el Mar Argentino. Como contrapartida, se requiere la intervención del Estado en la determinación real del precio de las privatizaciones hidrocarburíferas y el aprovechamiento de la favorable coyuntura latinoamericana para reconstruir la petrolera nacional y constituir una gran empresa al servicio de los intereses populares y el desarrollo del país.
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