A parte de los de compañía, es difícil observar grandes animales en libertad en las ciudades modernas. Algún pájaro de vez en cuando... Cuando uno sale al campo, la cosa cambia, pero poco. Ovejas, burros, vacas. Rara vez se pueden apreciar grandes mamíferos salvajes.

Algunas aves de cierta envergadura se dejan ver de tanto en tanto... Puede ser eso lo que haga que los dinosaurios nos llamen tanto la atención. A veces pensamos en lo fascinante que debió ser la época en la que esos rascacielos móviles dominaban la tierra. Aunque, eso sí, en seguida nos autoexcluímos de una escena en la que los ratones seríamos nosotros.

Pues bien, un equipo de científicos de EE.UU. y Egipto ha descubierto en este último país los restos de un nuevo saurópodo gigante que se ha denominado Paralititan stromeri (Smith et al., 2001, Science 292:1704). La pieza clave en la identificación del "chiquitín" ha sido un húmero (un hueso de la extremidad anterior) de 1.69 m.

Este descubrimiento supone un hallazgo importante, ya que es el dinosaurio más grande que se ha encontrado en la zona. De hecho, he imaginado el hueso encontrado puesto frente a mí y me he dado cuenta que llegaría a la altura de mis ojos. Y es que aunque Egipto sea famoso por sus pirámides, la riqueza en fósiles de dinosaurios le va a la zaga.

De este animal se sabe que vivió en el Cretáceo superior (entre 63,5 y 69 millones de años atrás) y que se alimentaba de vegetales. Con unas 90 toneladas (Tm) de peso y unos 30 m de longitud, haría parecer pequeño al más grande de los animales terrestres actuales, el elefante (ver figura). Este descubrimiento añade un miembro más a la familia de los dinosaurios y nos reaviva las dudas acerca de su desaparición hace unos 60 millones de años.