Cuando Roberto Fernández, parlamentario por la NFR dice: «Indio que se refina, desafina», ¿qué nos querrá decir? Digo, porque basta una mirada al espejo -hablo por los que somos mayoría en este país- para darnos cuenta que lo nuestro no es más que refinamiento, blanqueamiento cultural, somos culitos blancos sólo de vocación, un simulacro de «gente bien»; pero en el fondo, de los indios venimos y en indios nos convertiremos. Así sea.

¿De qué estás hablando Willys, perdón, Roberto? ¿Tú ya estás del otro lado? ¿Eres un afinado? ¿Afinado o afectado? ¿Afinadito o afeminadito? ¿En qué tono afinas? ¿Le das al do de pecho? ¿Al si bemol? ¿Cómo te cuadran los bemoles? ¿Y de sostenidos cómo andamos?

Para mí que Fernández padece de espejismo racial, y cree que ridiculizando a los indios ya se distancia, se decolora, troca en Michael Jackson, para no ir muy lejos. Pero es sólo una ilusión querido Bob. Igualito le pasaba a Walter Guiteras, quien llegó al extremo de decir: «hombre blanco nunca miente», y todo indica que lo de blanco iba por él. ¿De dónde che? ¿Qué te ha dado? ¿Daltonismo étnico? ¿Estrabismo cultural? Ya en serio, a eso se le llama hacerse al pendejo.
La neta es que desafinados estamos todos, nos jodieron tanto con aquello de que «white is beauty» que todos aspiramos a la blancura, a cualquier precio, de cualquier modo. Como quien dice: «quién fuera blanco, mas que sea catalán». Así las cosas Bob. Mientras tú en tu curul y de lo más cool, pensando en voz alta: «sho, argentino». Como para preguntarte: ¿Y vos, cuándo te refinaste?

A propósito de nada, va una pregunta a nuestro vicepresidente, Carlos Mesa, ¿cuándo nos mudamos a Sucre? Porque usted lo prometió, ¿recuerda? ¿O es que fueron palabras, tan sólo palabras, ahí entre los dos? ¿O es que nos engañas Carlos, con el mejor de los amigos? Pero probablemente ya de Sucre te has olvidado y mientras tanto aquí seguimos esperando. No nos hemos querido ir para que cuando asumas y tú quieras partir, nos lleves a tu lado. Probablemente estoy pidiendo demasiado, se me olvidaba que...