Desde hace algunos días, individuos sin fe ni ley no vacilan en disparar balas reales contra los representantes de la República, saquear, robar y quemar escuelas. Un padre de familia fue asesinado ante los suyos y una impedida atrapada en un ómnibus, fue rociada con gasolina y quemada. Frente a semejante oleada de violencia, es necesario evitar las infiltraciones políticas y dar muestras de discernimiento. Lo que está amenazado es la paz civil, el orden republicano y la vida de nuestros conciudadanos.
La estrategia que este gobierno aplica desde hace cuatro años es la correcta. Es la única política posible; la anterior, que pecaba por exceso de suavidad, provocó una explosión de crímenes y delitos. Nuestro enfoque permitió bajar de forma espectacular el número de delitos. Sin sacar ninguna lección de sus sucesivos fracasos y de ese vasto movimiento de indignación popular que culminó el 21 de abril de 2002, los socialistas, que tenían la responsbilidad de nuestra seguridad, persisten en el error. Estoy a favor de una policía de mayor acercamiento pero sólo si no sustituye a la policía de investigación e interpelación. Cada cual a lo suyo. La razón de ser de los mediadores es el diálogo, las fuerzas del orden son, en primer lugar, para detener a los delincuentes: quizá ese es el verdadero cambio y el origen de los enfrentamientos actuales. No toleramos más zonas «prohibidas» donde el crimen organizado y los tráficos mafiosos reinen como amo y señor. Reimplantaremos el orden en los territorios que han sido dejados al abandono.
Mi nombre es abucheado por las bandas que aterrorizan los barrios.¿Qué importa? Es normal. Lo que me chocaría es que me elevaran a las nubes. Es evidente que, si bien les criminales y bandidos no son partidarios de nuestra política de seguridad, los franceses la apoyan pues brindamos más protección a las víctimas.

Fuente
Le Monde (Francia)

«Notre stratégie est la bonne», por Nicolas Sarkozy, Le Monde, 5 de noviembre de 2005.