Las últimas encuestas sobre las opciones de gobierno 2006-2011, muestran la siguiente situación:

Lourdes Flores-UN, baja a un 33%, pero se mantiene en un nivel que difícilmente superará por lo menos en la primera vuelta (entre 30% a 35%).

Ollanta Humala-UPP, en un estable 26% que debe preocupar a sus principales adversarios, pues con los acontecimientos de las últimas semanas ya debería estar bastante más bajo, lo que puede indicar que su opción es mayor de lo que parece.

Alan García-APRA, sube a su verdadero nivel; es decir, se recupera. Ahora debe convencer para mejorar y eventualmente lograr entrar a la segunda vuelta.

Lourdes ha recibido una severa advertencia en su atrevida aparición en la CGTP, respecto a su relación con el Grupo Romero a través de su evaporado de la campaña, primer vicepresidente –el privatizador adquiriente del Puerto de Matarani en sociedad con chilenos- Arturo Woodman, que hizo buenos estadios con pésimos resultados deportivos (es como poner agua y desagüe, pero sin agua). Ella denota ser una persona íntegra, pero lamentablemente no escogió su plancha, se la impusieron y ello no es bueno para alguien que aspira a manejar la nación. En Puno mostró que para el agro –columna vertebral de la recuperación económica y social del país- no tiene nada nuevo; sigue con el mismo esquema de los últimos lustros que mantiene un agro fraccionado y débil, que es propicio para que los bancos se apoderen de las tierras por centavos, una vez concluya el rescate financiero agrario que sólo ha rescatado a los balances de los bancos y ha prolongado la agonía de los agricultores que irremediablemente perderán sus tierras. Este esquema favorece también a los nefastos “intermediarios-habilitadores” cuyo negocio es mantener a nivel de sobrevivencia a los agricultores, pues a ellos sí no les interesa que mueran, pues viven de su pobreza. Sin reincorporación capitalizada del agro señorita Lourdes, no hay salida. ¿Le dejará hacerlo el Grupo Romero, que permanentemente se ha opuesto a esta estrategia de desarrollo?

Ollanta ha presentado un Plan de Gobierno que puede resumirse en tres partes muy distintas: una introducción que dibuja bien la situación socio-económica desequilibrada que se vive en nuestro país, en el que se acentúa la diferencia entre los que más tienen, los que menos tienen y los que cada vez aumentan más en la estadística: los excluidos.

Un esquema de manejo económico, teóricamente no muy diferente al actual; y contradictoriamente,

Un esquema velasquista de manejo de los bienes y servicios fundamentales del país, bajo la denominación de una “nacionalización” negociada; un poco difícil ¿no?

Cuando se lee el Plan de Gobierno de UPP, se nota claramente un divorcio de conceptos entre quienes han escrito los distintos capítulos; no hay una integración conceptual y termina siendo muy declarativo, aunque señala aspectos interesantes sin dar el ¿cómo?, que parecen no saber. Peca de impráctico, pues para realizar las transformaciones allí señaladas, requerirá de mayoría en el Congreso, que evidentemente no tendrá; entonces queda la pregunta: ¿cerrará el Congreso?

Alan García crece por una fortaleza que siempre ha mostrado el Partido Aprista, su campaña publicitaria; los bailecitos de García están haciendo olvidar la “patadita” y su prepotente “abran paso”; y el spot del raeggetón de las estrellitas, es sencillamente genial. Pero con eso no se consolidará su avance, especialmente si sigue ofreciendo lo mismo: Banco Agrario, “no a los services” que él mismo creó, bajar los sueldos de la administración pública y el Congreso como si eso fuese a resolver el problema para lograr la reactivación impostergable de sectores de la economía postergados, etc. En concreto, nada nuevo que ofrezca una visión de cambio, de verdadero cambio. Si no sale con algo distinto y rápido, la magnífica campaña publicitaria y el bailar, no le alcanzarán.

Los de atrás vienen muy atrás; y salvo medie algo con alguien inesperado, lo que parece ya casi un imposible, únicamente aspirarán a ganar el mayor porcentaje posible para no desaparecer del escenario político. Menciones especiales pueden merecer Susana Villarán, Martha Chávez y Peter Koechlin. Ojo que más o menos el 46% de los votantes no han decidido o decidirán el mismo día; allí hay pan por rebanar, aunque lo previsible es que los votantes busquen “votar a ganador” en vez de hacer un “voto de conciencia”, que probablemente daría mayor opción a otros candidatos fuera de los tres favoritos, como Susana Villarán y Peter Koechclin, excluyendo –creo yo- a Valentín que de tanto hacerse el “muertito”, terminará muerto políticamente hablando.

Para el Congreso la cosa parece más definida que para la presidencia. El APRA será la agrupación que logre mayor número de curules, seguido de UN y de UPP; luego vendrán muy juntos los fujimoristas y AP; País Posible ha planteado una campaña con base a la figura y performance del ex ministro de Vivienda Bruce (su mejor carta), para lograr pasar la barrera del 4% y no morir; por allí algún otro grupo logrará pasar. Quien logrará la mayor votación singular, no me cabe duda será Keiko Fujimori, que arrastrará a alguien más con ella, que probablemente sea Luisa Cuculiza.

Veamos qué pasa en los próximos 15 días y luego ya estaremos en la “recta final”.

Dios ilumine a los peruanos para no desperdiciar otro quinquenio (el actual si bien muestra buenos guarismos macro-económicos, ha perdido la gran oportunidad -aprovechando el boom de los precios de los metales- de lanzar sólidamente el Perú hacia el desarrollo con bienestar extendido a todos los peruanos y no con el insultante “chorreo” que ha mojado a muy pocos; los argumentos ecplicativos de Toledo y compañía, se topan con la realidad de altísimos porcentajes de pobreza y extrema pobreza que han disminuido muy poco).

Ojo, candidatos, el Perú y los peruanos, no tolerarán más engaños ni ocultamientos. Si se llega con base a esto, el tránsito hacia el fin, será muy corto.