El sociólogo Julio Cotler se unió al coro del escritor Vargas Llosa en criticar a Ollanta Humala, el candidato presidencial con más posibilidades de asumir el gobierno peruano. Cotler dijo que la supervivencia de un eventual gobierno de Ollanta dependería del apoyo de las Fuerzas Armadas, pero ¿hubo algún gobierno civil en el Perú que asumió el poder sin el apoyo político de las FFAA?: ninguno.

Veamos la percepción general del pueblo peruano sobre las FFAA. A través de la historia, las FFAA del Perú son políticamente reaccionarias y pro-imperialistas (ejecutor de golpes militares y elector/árbitro de componendas electorales de los grandes burgueses), militarmente tiene dos facetas: cruel y primitivo para reprimir a sus propios compatriotas (ducho en cebarse las manos con la sangre del pueblo cuidando con celo el injusto sistema) e irrelevante para cuidar la soberanía nacional (especialmente las fronteras y el mar), económicamente es paralítico, tecnológicamente es obsoleto y corrupto. Como en todas las instituciones del Estado, hay excepciones: Grau, Bolognesi, Cáceres, Quiñones y muchos otros que cayeron defendiendo las fronteras o se integraron a las justas luchas del pueblo.

Veamos ahora la realidad empírica. El fujimontesinismo mostró con claridad la esencia de las Fuerzas Armadas (FFAA) y Policiales del Perú. Su degradación social y moral. No sólo demostraron estar preparados para bañar de sangre a su pueblo y cometer horrendos genocidios, sino participaron activamente en la corrupción y el narco-estado. Cientos de oficiales de alto rango emergieron con millonarias cuentas bancarias, organizaron compras millonarias de armas “chatarra”, y organizaron escuadrones de la muerte. Los vladivídeos son los rayos X de la alta oficialidad militar. No fueron unos cuantos oficiales descarriados como nos quieren hacer creer, sino la gran mayoría de la oficialidad, que junto a los medios de comunicación fueron la columna vertebral del régimen corrupto y genocida de Fujimori-Montesinos. Para que no quede ninguna duda dejaron un vladivídeo para la historia: en ceremonia castrense juraron lealtad y sumisión a los 3 capos de la mafia (Montesinos, Fujimori y Hermoza Ríos). Lo insultante a la conciencia del pueblo en el Siglo XXI es que la mayoría de esa oficialidad continúa en los altos mandos de las FFAA. El mismo general Tafur Ganoza lo reconoció en su discurso de despedida: “...alerto a las autoridades sobre la subsistencia de elementos remanentes del aberrante sistema” (La República 22/4/2001). Tenía razón, durante los gobiernos de Paniagua y Toledo llegaron a la Comandancia hasta los ex escoltas del dictador genocida como es el caso del general Cacho Vargas. Y son los mismos que organizados en la Asociación de Oficiales Generales y Almirantes (Adogen) gritan a los cuatro vientos ¡Respeto a las FFAA!

Las FFAA consisten de 3 estamentos independientes (Ejército, Marina y Fuerza Aérea), coordinadas débilmente por un Comando Conjunto (cada estamento opera con su propio reglamento, presupuesto, currícula, entrenamiento). Se llevan una parte considerable del presupuesto nacional, no rinden cuentas a nadie. Sus gastos son un secreto (durante el fujimontecinismo entregaban al SIN un cupo en efectivo producto del narcotráfico, coimas y los presupuestos inflados de la guerra contra la guerrilla maoísta).

Una gran parte del presupuesto militar (estimo cerca al 75%) es para gastos de personal y pensiones militares. Solo en la Base Naval del Callao, por ejemplo, tienen más de 12,000 efectivos y 52 unidades burocráticas (su labor más visible obviamente es la de mantener cerrado con 4 candados y bajo tierra a Abimael Guzmán, SL, denominado Partido Comunista del Perú).

El Ejército está organizado en varias divisiones a nivel nacional, incluyendo divisiones de élite, paracaidistas y unidades comando. La Fuerza Aérea tenía hasta inicios del 80, una de las mejores flotas de aviones en América del Sur (aviones supersónicos Mirage 2000, M-29, Sukhoi 22, Canberras, etc.) Bajo presión de EEUU y Chile, García Pérez vendió los aviones franceses en medio de una corruptela denunciada por la prensa. La contribución de las FFAA al pueblo en casos de desastres naturales es mínima (transporte civil, flotas fluviales de la Marina y escuadrones de salvataje).

Desde los 30’s, los oficiales de las FFAA se gradúan en academias militares de 4 años, anteriormente solo se requería estudios de 2 años. Desde inicios del Siglo XX, la educación militar nacional se suplementa con la asistencia a escuelas militares extranjeras, antes de los 40’s iban a Francia pero después de la Segunda Guerra Mundial el destino fue la Escuela de las Americas (antes en Panamá hoy en Carolina del Norte). Debido a las guerrillas del 60, EEUU entrenó a casi la mitad de los oficiales peruanos en contrainsurgencia con el claro propósito de proteger los intereses económicos de sus transnacionales y luchar contra el cuco del comunismo en las ciudades, violentas represiones contra el campesinado en la sierra, sutilmente camuflada como la protección de la “democracia” y la “libertad”. Debido a la frecuencia de los golpes militares y contubernios con los partidos oligárquicos en el poder, después de los 60’s se incrementó el entrenamiento técnico paralelo a la actividad militar. Esos estudios lo realizan en el Centro de Altos Estudios Militares (CAEM) y algunas universidades del extranjero (cursos en EEUU, Chile, etc.) Pero al final, lo poco que aprenden en ciencia y tecnología nunca lo utilizaron, solo los cursos de contrainsurgencia reprimiendo con odio irracional al pueblo desarmado en costa, sierra y selva.

Las FFAA reflejan la injusta sociedad peruana. En su seno, están presentes los cuernos de azufre de la modernidad y la miseria del cólera (o la gripe aviar). Muchos cuestionan la necesidad y los méritos de su existencia (perdió todas las guerras y el territorio peruano es uno de los más cercenados del mundo). Yo creo que las FFAA son indispensables para la existencia de la nación, debe existir pero no así. ¿Qué se hace con una institución que no defiende la soberanía nacional? El TLC con EEUU, el robo de nuestro gas, la Convemar son los últimos tests. Chile, con hechos claros y concretos se va armando hasta los dientes y es una amenaza real a la seguridad del país. Compra sofisticados aviones F-16, fragatas, submarinos, tanques, etc.

Así, los riesgos de una invasión a la patria son altos. Hay militares ilusos y políticos fraudulentos, que creen que la seguridad interamericana controlada por EEUU garantiza la paz. Yo diría que garantiza y atiza la guerra. Miremos nomás las guerras con Ecuador, Colombia y la invasión de las Malvinas.

¿Qué hacemos con oficiales peruanos que son condecorados por el hermano país del sur y luego declaran que Chile sólo va renovando sus armamentos obsoletos? Con esa clase de militares y política, la destrucción del Perú está garantizada. ¿No ocurrió lo mismo en 1866 cuando quintacolumnistas lanzaron una guerra civil entre peruanos en vez de unir al pueblo y defender la patria con honor y dignidad? Así perdimos las provincias ricas del salitre Arica y Tarapacá y hoy corremos el riesgo de perder nuestros grandes recursos energéticos y mineros.

El problema de las FFAA no es problema de modernización de armamentos, es fundamentalmente un problema político. No se puede modernizar y gastar dinero del pueblo en Fuerzas Armadas corruptas y vendepatrias. Tampoco se debe seguir con la utopía de modernización a través de “asistencias militares” de potencias y superpotencias especialmente de EEUU (a cambio de convertirlos en su policía política). Esta nefasta política la empezó el dictador Manual Odría (condecorado con la medalla de la libertad por el Presidente Eisenhower): “EEUU proveerá equipos, materiales, servicios y otros tipos de asistencia militar…diseñadas para promover la defensa del hemisferio occidental en cuyo fin participaran los dos gobiernos.”

Una forma de control de la Marina por el Pentágono empezó con la Misión Naval del año 22, solo fueron suspendidas temporalmente el 69 cuando el Perú proclama su derecho inalienable a las 200 millas marinas. La Marina captura varias naves y botes que saqueaban el Mar de Grau. Pero inclusive en los tiempos de Velasco la asistencia militar del imperialismo en entrenamiento y doctrina nunca se suspendió (Senate Foreign Relations Committee. Session of April 1969, 91st Congreso, 1st Session). Y está probado que los militares que más son entrenados y adoctrinados por EEUU, son los que más han participado en el poder político (casi el 50 por ciento de generales han sido entrenados o adoctrinados para defender los intereses de EEUU y casi el 75 por ciento de los oficiales de las tres ramas fueron entrenados en “seguridad del hemisferio occidental” y la “democracia”.

Las guerrillas del 65 fueron derrotadas solo en 6 meses pero obligó a las FFAA a replantear (aunque solo temporalmente) su doctrina obligándolo a implantar reformas con el claro propósito de quitarle oxígeno a la guerra popular que se vendría en el futuro. Los militares habían asimilado la tesis de McNamara-Rostow que la verdadera causa de la violencia en una sociedad es la injusticia, la miseria y la opresión (Algeria, Irán, Irak, Perú, Nepal, etc.)

La participación política de las FFAA es un hecho innegable. No existe un solo gobierno civil en la historia del Perú que no tuviera la bendición de la Iglesia Católica y la sanción de las FFAA. Desde la Constitución del 33 (Art. 213, Título 12), le dan la facultad de ejercer ambos ser el gran elector y en otros casos ser el arbitro de las elecciones presidenciales: “la función de las FFAA es garantizar los derechos de la República, el cumplimento de la Constitución y la conservación del orden público”. Así, la intensa lucha de clases entre pobres y ricos en la sociedad peruana son resueltas por el árbitro militar, siempre a favor de la ínfima minoría que controla nuestras riquezas y el gobierno de turno. Eso demuestra que las FFAA actúan muchas veces como enemigas del progreso, del desarrollo de las fuerzas productivas, de los derechos de los campesinos, de la industria nacional, de la educación, de la salud, de la seguridad, del pueblo y la protección del medio ambiente (al aliarse con las trasnacionales). Así se convirtieron, en no pocas ocasiones en una especie de ejércitos de ocupación de los pueblos del Perú que reprimen a sangre y fuego sus justas luchas, atentando así contra el progreso material del pueblo peruano.

QUE HACER

La llamada modernización de las FFAA pasa por la reconciliación nacional y el cambio radical de doctrina militar. No se puede repotenciar las FFAA para que usen armas de destrucción masiva e ideología contra su propio pueblo.

Reformular y reestructurar el rol de las FFAA en la sociedad. Canalizar la participación militar en el desarrollo político, económico, social y técnico del país, enfocando como tarea principal la protección de la soberanía nacional, defensa civil, protección de recursos naturales del país y el medio ambiente (las FFAA deben proteger la masiva deforestación y envenenamiento de los ríos amazónicos).

Aceptar entrenamiento extranjero solo en materia de técnicas militares y uso de equipo de alta tecnología, eliminar los cursos de doctrina militar imperialista.

Limitar la Justicia Militar para casos exclusivos de práctica militar profesional, no para proteger o brindar inmunidad a militares genocidas que desaparecen y asesinan a su pueblo.

Si no se logran esos cuatro cambios democráticos básicos, las FFAA persistirán en un anti-histórico papel contrarrevolucionario: el de oponerse a las fuerzas del progreso. Por unas FFAA nacionalistas y revolucionarias.