Ninguna autoridad oficial ha aclarado hasta ahora las circunstancias del desastre del vuelo MH17 que se estrelló en el Donbass.

Sin embargo, a pesar de la total ausencia de pruebas y basándose únicamente en su íntima convicción, Estados Unidos atribuyó la responsabilidad de la catástrofe aérea a las fuerzas de autodefensa de las Repúblicas Populares de Lugansk y de Donetsk e incluso adoptó sanciones económicas contra Moscú, que protege a esas repúblicas. Washington ha reconocido que también obligó a la Unión Europea a adoptar sanciones contra Rusia.

El 10 de septiembre de 2014, las autoridades holandesas a cargo de la investigación publicaron un informe preliminar sobre la catástrofe aérea donde confirman que el avión se desintegró en vuelo como consecuencia de «daños estructurales provocados por un impacto exterior de numerosos proyectiles a alta energía». Pero el informe no precisa la naturaleza ni el origen de esos proyectiles.

Ivan A. Andrievskii, vicepresidente de la Unión Rusa de Ingenieros, publicó un informe donde demuestra que el avión fue abatido por disparos de un cañón de 30 milímetros provenientes de un avión de guerra. Por otro lado, se ha comprobado que en el momento del incidente no había ningún caza ruso en el espacio aéreo ucraniano. Los interesados pueden ver este informe, en 4 idiomas, en nuestro sitio [1].

El 7 de octubre, al ser interrogado de manera bastante incisiva por el periodista Jeroen Pauw sobre su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Frans Timmermans, ministro holandés de Relaciones Exteriores en el momento de los hechos y ahora primer vicepresidente de la Comisión Europea, respondió que se había hallado un cadáver que portaba una máscara de oxigeno, información que no aparece en el informe que su país dio a conocer y que hace imposible la tesis que atribuye la catástrofe a un misil tierra-aire.

El 8 de octubre, el Bundesnachrichtendienst (servicio de inteligencia de Alemania, más conocido bajo las siglas de BND), presentaba a puertas cerradas un informe que concluía que el Boeing de Malaysia Airlines había sido derribado por las fuerzas de autodefensa del Donbass con un misil tierra-aire del tipo Buk. Todo parece indicar que el BND no tenía noticias de la entrevista de Frans Timmermans transmitida la noche anterior.

El semanario alemán Der Spiegel publicó el contenido de esa audiencia en su edición del 19 de octubre [2]. Pero Der Spiegel subraya que lo único que el BND dice saber con seguridad es que las fotografías que presentó el gobierno ucraniano son falsas y (2) que no son ciertas las afirmaciones de Rusia de que el avión de pasajeros fue derribado por el ejército ucraniano y que cazas ucranianos se acercaron al avión de pasajeros. El BND no considera sus propias conclusiones como ciertas.

El 20 de octubre, el director de la agencia federal rusa a cargo del transporte aéreo (Rossaviatsia), Alexandre Neradko, invitó los servicios de inteligencia alemanes a publicar las informaciones que demostrarían la implicación de los independentistas o del ejército ucraniano en la catástrofe.

Independientemente de las próximas etapas de la investigación, se mantienen en vigor las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia.

[1Analysis of the reasons for the crash of flight MH17”, por Ivan A. Andrievskii, Оdnako (Rusia), Voltaire Network, 27 de septiembre de 2014. Original en ruso, traducción al portugés y traducción al alemán.