Al hacer uso de la palabra ante la Carnegie Endowment for International Peace, el 23 de octubre de 2014, David S. Cohen, subsecretario del Tesoro estadounidense, acusó a Turquía, el Kurdistán iraquí y Siria de vender ilegalmente el petróleo robado por el Emirato Islámico [1].

Dejando de lado la acusación de que Siria compra el petróleo que le roba el Emirato Islámico [también conocido como Daesh y anteriormente como EIIL (Emirato Islámico en Irak y el Levante)] –que no es más que pura desinformación– es muy interesante constatar que es la segunda vez que Washington emite ese tipo de acusación contra sus aliados turcos y contra el Kurdistán iraquí.

En efecto, el 2 de octubre, al responder preguntas durante una conferencia en Harvard, el vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden también acusó a Turquía, Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos de apoyar en secreto al Emirato Islámico [2]. Biden se excusó después de haber lanzado aquellas acusaciones.

En todo caso, Washington no parece dispuesto a asumir públicamente su propio respaldo al Emirato Islámico pero está manifestando una fuerte irritación contra sus aliados turcos y kurdos de Irak.

La declaración de David S. Cohen llega en momentos en que Turquía –bajo la fuerte presión de Washington– decide oficialmente ayudar a los kurdos de Siria asediados en Kobane por el Emirato Islámico.

Sin embargo, lo que puede verse en el terreno es una enorme confusión ya que el Pentágono, que supuestamente había lanzado en paracaídas un cargamento de armas destinado a los kurdos sirios que defiende Kobane, en realidad lanzó la mitad de ese cargamento del lado de las fuerzas del Emirato Islámico, sin que se sepa si lo hizo por error o a propósito.

[1Remarks by U.S. Treasury Under Secretary David S. Cohen on Attacking ISIL’s Financial Foundation”, David S. Cohen, Carnegie Endowment for Internationale Peace, 23 de octubre de 2014.

[2Remarks by Joe Biden at the John F. Kennedy Forum”, por Joseph R. Biden Jr., Voltaire Network, 2 de octubre de 2014.