La Gran Asamblea Nacional Turca autorizó el despliegue de tropas de Turquía en Qatar mediante un voto realizado el 7 de junio de 2017.

En virtud de un acuerdo firmado en 2014, Turquía construyó en Qatar una base militar capaz de recibir 3 000 efectivos. Nunca se ha explicado por qué Turquía se plantearía un despliegue militar de esa envergadura en la región del Golfo, mucho más allá de su actual zona de influencia.

En Qatar se halla además la mayor base militar de Estados Unidos en el Medio Oriente ampliado. Se trata de la base de Udeid, donde se hallan acantonados 10 000 militares estadounidenses y donde tiene además su sede el cuartel general del CentCom.

Esta última base es la columna central de la doctrina Carter, según la cual Estados Unidos considera su abastecimiento en hidrocarburos provenientes de la región del Golfo como una cuestión de seguridad nacional. Sin embargo, desde hace varios años, Estados Unidos ya no necesita el petróleo ni el gas del Golfo Arábigo-Pérsico, ya que ha logrado aumentar su producción y de apoderarse de las reservas del Golfo de México.

Al inicio de esta semana, 10 Estados decidieron romper sus relaciones diplomáticas con Qatar.

El 1º de junio de 2017 –o sea, después del discurso del presidente estadounidense Donald Trump en Riad, pero antes del inicio de esta crisis diplomática– el estadounidense Dennis Ross, ex enviado especial de los presidentes Bush padre y Bill Clinton en el Medio Oriente, declaró a Sky News que «no le sorprendería» que la administración Trump mostrara a Qatar que está preparándose para abandonar la base de Al-Udeid.

Interrogado al respecto por la televisión qatarí Al-Jazeera, el Pentágono comentó que «desde un punto de vista militar» no se ha planteado tal retirada.

Una reorganización total de las alianzas está teniendo lugar en el Medio Oriente.