Cartografía del diario libanés L’Orient-Le Jour

El “jurd” de Ersal es una zona montañosa de unos 150 kilómetros cuadrados, entre el Líbano y Siria. En su punto culminante sobrepasa los 3 000 metros de altitud. En invierno, el jurd de Ersal se ve recubierto por una capa de varios metros de nieve y, por consiguiente, está inhabitado.

Desde 2011, unos 3 000 yihadistas se habían concentrado allí con sus familias, pero actualmente no parecen ser más de un millar de combatientes pertenecientes a dos grupos armados: al-Qaeda y el Emirato Islámico (Daesh).

La República Árabe Siria negoció durante meses con estos yihadistas proponiéndoles que abandonaran esa zona y se desplazaran, con su botín, hacia Idlib –zona del noroeste de Siria bajo control de varios grupos yihadistas y administrada de facto por la OTAN. Pero los yihadistas que se mantienen en el jurd de Ersal exigían replegarse hacia el Líbano.

Finalmente, el Ejército Árabe Sirio y el Hezbollah iniciaron la ofensiva, el 20 de julio de 2017, mientras que el ejército libanés se encarga de cortar a los yihadistas la retirada hacia el Líbano. A raíz del discurso del presidente estadounidense Donald Trump en Riad, es la primera vez que el ejército libanés coordina oficialmente sus acciones con el Ejército Árabe Sirio y con el Hezbollah.

La batalla del jurd de Ersal promete ser larga y diferente a las demás. Al no haber en esa zona habitantes ni nómadas de paso, los yihadistas no podrán recurrir al uso de kamikazes. Disponen, en cambio, de grandes cantidades de armamento, que les fue entregado por Alemania, Estados Unidos y Francia. Ese armamento incluye lanzacohetes antitanques Milan (franco-germanos) y TOW (estadounidenses).

El presidente del Líbano, el general Michel Aoun, supervisa personalmente las acciones del ejército libanés y el primer ministro Saad Hariri (prosaudita) autorizó las tropas a mantenerse listas, aunque critica la operación del Hezbollah (pro-iraní) contra los yihadistas.

Los refugiados sirios que se habían instalado al pie de la montaña, y que al parecer habían colaborado activamente con los yihadistas, han sido autorizados a entrar en la ciudad libanesa de Ersal para ponerse bajo la protección del ejército libanés.

El primer ministro libanés Saad Hariri y su ministro de Relaciones Exteriores Gibran Bassil –yerno del presidente Aoun– viajaron a Estados Unidos, donde serán recibidos en la Casa Blanca.

La ONU y ciertas ONGs, que son ahora las únicas entidades que siguen apoyando abiertamente a los yihadistas, han abierto 2 hospitales de campaña para recibir a los heridos pero no se percibe, por el momento, ningún movimiento entre el jurd y la ciudad de Ersal.

Durante los dos primeros días de combate, las fuerzas de la República Árabe Siria y la resistencia libanesa lograron penetrar profundamente en el territorio que controlaban los yihadistas de al-Qaeda, pero todo indica que la batalla será larga.