Tengo el honor de transmitir una carta de fecha 6 de febrero de 2018 dirigida a las Naciones Unidas por el coordinador general y jefe del equipo de negociación de la Comisión de Negociación Siria, Sr. Nasr al-Hariri (véase el anexo).

Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta y su anexo como documento del Consejo de Seguridad.

Anexo de la carta de fecha 7 de febrero de 2018 dirigida a la Presidencia del Consejo de Seguridad por el Representante Permanente de Francia ante las Naciones Unidas

En nombre de la Comisión de Negociación Siria, quisiera señalar a su atención con urgencia la feroz escalada militar que han lanzado el régimen sirio y las fuerzas rusas en la provincia de Idlib, al norte de Siria, y en otras zonas del país.

Durante la pasada semana se recrudecieron los bombardeos indiscriminados, en los que incluso se ha utilizado gas cloro contra la población civil inocente. Según la Red Siria para los Derechos Humanos, desde que comenzó febrero han muerto en Idlib por esa causa no menos de 42 civiles, de los cuales 18 eran niños y cuatro mujeres. El 4 de febrero, el régimen de Al-Asad y Rusia realizaron al menos 50 incursiones aéreas en la provincia de Idlib que causaron la muerte de más de 20 civiles y dejaron otros 45 heridos en las zonas de Maasaran, Kafr Nubl, Maarrat an-Nuaman, Mardij, Saraqib, Al-Gadafa y Jan as-Subul. Los días 4 y 5 de febrero, la aviación militar rusa bombardeó varias veces el hospital central de Maarrat an-Nuaman y el hospital quirúrgico de Kafr Nubl, así como la escuela de la población de Hish. Los ataques han inhabilitado todas esas instalaciones. Por añadidura, al menos 11 civiles, entre ellos tres miembros de la Defensa Civil siria, fueron alcanzados en lo que parece ser un ataque del régimen sirio con barriles de gas cloro en el barrio Sharqi de Saraqib.

Esta escalada en Idlib responde a un patrón de bombardeos indiscriminados de la aviación militar contra la población civil y la infraestructura de servicios en todas las regiones de Siria durante el mes de febrero, en particular en Hama y en la parte oriental de la zona asediada de Al-Guta, en las afueras de Damasco. Constituye una violación flagrante del acuerdo de alto el fuego que se concluyó en las negociaciones con Rusia a fines de enero, ya que tan solo el 5 de febrero murieron más de 24 civiles a causa de las incursiones aéreas indiscriminadas contra la “zona de distensión”.

La despiadada estrategia militar del régimen pone en peligro una vez más los progresos encaminados a encontrar una solución política plausible para Siria. Entretanto, en la Comisión de Negociación Siria seguimos trabajando para impulsar las conversaciones políticas que lideran las Naciones Unidas, pero el régimen, con la ayuda de sus colaboradores rusos, insiste en minar y obstaculizar esos esfuerzos sembrando la muerte y la destrucción por todos los rincones de Siria. Si los miembros del Consejo de Seguridad están verdaderamente decididos a apoyar un genuino proceso político para Siria, no deberían escatimar esfuerzos por poner coto a la violencia sobre el terreno y obligar con firmeza al régimen a que se siente a la mesa de negociación. Esa es la única manera de detener la brutalidad de un régimen que lleva demasiado tiempo marcando la pauta en Siria.

Con este fin, solicitamos que el Consejo de Seguridad tome las medidas siguientes:

a) Hacer cumplir el alto el fuego en todas las regiones del país, con supervisión imparcial y vigilancia legítima de las Naciones Unidas para que cesen los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad;

b) Presionar al régimen sirio y a quienes lo apoyan para que avancen en las conversaciones sobre Siria en Ginebra;

c) Hacer que los criminales de guerra rindan cuentas de sus actos, para lo cual se debería definir un marco de justicia penal por conducto de un tribunal especial para Siria que debería establecer la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Celebramos la determinación de revitalizar el proceso de Ginebra y darle prioridad como único ámbito posible para alcanzar una solución política para Siria. Sin embargo, es igualmente importante traducir esa expresión de voluntad en hechos tangibles que permitan aplicar la resolución 2254 (2015) del Consejo de Seguridad y el Comunicado de Ginebra. Por ello, y con la misma urgencia, es necesario que se establezcan sanciones para quienes rebasen los límites que se han establecido, tanto en lo referente a las zonas de distensión como en la entrega de asistencia humanitaria y la interacción constructiva en Ginebra. El incumplimiento reiterado de las condiciones y los límites ha sido lo que ha propiciado el inmovilismo del régimen y su empeño por forzar una solución militar. El pueblo sirio no puede continuar soportando el derramamiento de sangre, ni se puede permitir el lujo de seguir esperando hasta que llegue un desenlace político sostenible. Tenemos la obligación urgente de ofrecerles una vía de solución.

(Firmado) Nasr Al-Hariri
Presidente de la Comisión de Negociación Siria