Azerbaiyán cuenta con el apoyo de los servicios de inteligencia de la OTAN en los países del ‎desaparecido Pacto de Varsovia para movilizar la prensa internacional en contra de los armenios. ‎

Desde el inicio de las acciones armadas de Azerbaiyán en el Alto Karabaj –el 27 de septiembre ‎de 2020–, el Nizami Ganjavi International Center, bajo la copresidencia del egipcio Ismail ‎Serageldin y de la ex presidente de Letonia, Vaira Vike-Freiberga, ha venido multiplicando la ‎difusión en la prensa internacional de entrevistas y tribunas libres de sus miembros a favor de ‎Azerbaiyán. ‎

Pero ya en abril de 2020, el ex embajador de Estados Unidos en Azerbaiyán, Robert Cekuta, ‎anunciaba en la revista de ese centro que había llegado para Washington el momento de ‎implicarse en el Alto Karabaj [1]. ‎

El Nizami Ganjavi Internacional Center –que lleva el nombre de un célebre poeta del siglo XII ‎nacido en Persia– fue fundado en Bakú, la capital de Azerbaiyán, el 30 de septiembre de 2012, y ‎en su consejo de administración figuran numerosos políticos del Cáucaso, de los Balcanes, del este ‎de Europa y de las Repúblicas bálticas. Este centro es cofinanciado por Azerbaiyán y la transnacional petrolera ExxonMobil.‎

La intensa labor de cabildeo iniciada por el Centro Ganjavi sobre el conflicto del Alto Karabaj ‎demuestra que la OTAN respalda subrepticiamente al «pueblo de los dos Estados», frase ‎utilizada por el presidente turco Recep Tayyip Erdoagn al referirse a Turquía y Azerbaiyán. ‎

[1“Time for more active U.S. engagement on Nagorno-Karabagh”, ‎Robert Cekuta, Global Policy Analysis, abril de 2020.