Ya sea en el Líbano o en Gaza, la cuestión que se plantea no es si Israel debe proteger a su población contra los terroristas, sino si el método es el correcto. Los dirigentes políticos y militares israelíes parecen estar convencidos de que cuando tienen el derecho de hacer algo lo pueden hacer en demasía. Hoy, al reaccionar como lo está haciendo, Israel no aumenta la seguridad de sus ciudadanos, sino que los perjudica al desestabilizar toda la región.
Aunque aparentemente similares, los conflictos de Gaza y el Líbano son diferentes. Sean cuales sean los reproches a Hamas, el conflicto en Gaza es fruto de 40 años de ocupación a lo que sólo se ha respondido con medidas unilaterales que se burlan de las aspiraciones de los palestinos. Ningún dirigente palestino aceptará un acuerdo que vaya contra lo que establecen los tratados internacionales. Por otra parte, si Hamas quiere el cese de las sanciones económicas, no tiene necesariamente que reconocer a Israel, pero al menos admitir que su eliminación no es un objetivo.
Tampoco el gobierno libanés puede tolerar las acciones del Hezbollah, pero respondiendo como lo hace, Israel se echa a la espalda a toda la comunidad internacional y sirve a los designios del Hezbollah.

Fuente
The Age (Australia)

«Israel’s response risks its security», por Henry Siegman, The Observer, 16 de julio de 2006.
«Israel must beware the cost», The Age, 16 de julio de 2006.