Y como tal parece haber pasado el tiempo desde aquellos días del 25
al 31 de enero de 1962, cuando en Punta del Este, la ciudad balnerario
uruguaya por excelencia, la octava reunión de consulta de cancilleres
de la Organización de Estados Americanos (OEA), decidió la suspensión
de Cuba de esa entidad, porque, adujo, "el sistema socialista en la
Isla era incompatible con el ideal interamericano".

Desde luego, no era un secreto para los cubanos ni para quienes le
dieron la espalda al proceso revolucionario en el hemisferio, que toda
aquella maniobra provenía de una Casa Blanca ponzoñosa por los cambios operados en la mayor de las Antillas desde enero de 1959, y envenenada en su ego con la derrota de la invasión mercenaria por Playa Girón (Bahía de Cochinos) en 1961, y el fracaso de sus actos terroristas.

En todo caso, la decisión entreguista de aquella OEA no constituyó
otra cosa que un acto de sumisión oficial regional que únicamente
fortaleció la voluntad de los cubanos de resistir y vencer.

Los pueblos latinoamericanos también fueron traicionados entonces, y
en marchas, manifestaciones y actos de toda suerte, reclamaron de sus
gobiernos una actuación digna y libre finalmente ausente.

Cuatro décadas y media después, la cuenta comienza a ser cobrada por las fuerzas populares del área.

Y si una vez Cuba fue discriminada y aislada por hablar de independencia y socialismo, hoy se proclama la entronización en la zona
geográfica americana de un modelo social de justicia y equidad, como
alternativa a la larga lista de desmanes y desafueros de los llamados
programas de ajuste y la violencia generados por el imperio para sus
pretendidos acólitos.

Si esta vez el sentir de los latinoamericanos fue burlado por las
élites entreguistas y el imperio, ahora Cuba es la verdadera y
desinteresada hermana a la que se admira, respeta y se toma de
referente en muchos aspectos esenciales para el progreso de la región.

El cambio está en marcha, y a estas alturas la falacia de Punta del
Este no es más que un baldón permanente para quienes cedieron ante el chantaje enemigo.

Agencia Cubana de Noticias