Diversas pueden ser las causas puntuales que llevaron a estos sujetos a tan grave y abominable conducta, pero en la sustancia del asunto está presente con fuerza determinante la existencia de la llamada Ley de Ajuste Cubano, incuestionable estímulo para la realización de acciones vandálicas y criminales.

Esta Ley fue aprobada hace 41 años y brinda residencia y trabajo de inmediato en EE.UU a los cubanos que toquen tierra norteamericana. El propósito deliberado de la Casa Blanca con esta legislación siempre ha sido promover la emigración ilegal hacia Estados Unidos y manipular ese éxodo con fines propagandísticos, como parte del sistemático esfuerzo de denigrar a la Revolución y su proyecto socialista.

La manipulación del asunto no puede ser más evidente, cuando se sabe que, mientras Norteamérica ofrece a los cubanos mediante esta Ley diversos privilegios, negados a los emigrantes del resto del mundo, dificultan el otorgamiento de visas comprometidas mediante los acuerdos suscritos en 1995 por ambos países.

Esta "especial" política ha jugado cruelmente con aquellos a quienes supuestamente beneficia, pues nada se semeja tanto al juego de la "ruleta rusa", en la que el interesado se dispone a correr todos los riesgos con tal de lograr los propósitos que solo por esa vía puede conseguir.

Basta con observar esta política de "pies secos, pies mojados" para comprender el grado de cinismo y falta de humanismo contenido en ella.

El razonamiento es claro: cerrar las vías legales, dejar como única opción el riesgo de una balsa o el secuestro de una nave o aeronave, como tantas veces ha ocurrido, y dejar a elección el reto de que logre llegar con los pies secos, pues de lo contrario será devuelto.

El cinismo llega al punto de que una vez regresado a Cuba, la misma Oficina de Intereses en La Habana, que antes le negó la visa, hace el papel de buena y monitorea si ha sido bien tratado por las autoridades nacionales.

¿Cuántas vidas ha costado este macabro juego del gato y el ratón? Nadie lo sabrá nunca.

La Ley de Ajuste Cubano es promotora de actos de terror como el ocurrido en estos días en La Habana. No debe olvidarse que por las calles de Miami pasean varios sujetos que en el pasado asesinaron compatriotas para secuestrar una embarcación o un avión y fueron recibidos allí con los brazos abiertos.

También se debe tomar en cuenta que tales conductas son nuevamente estimuladas al conceder la libertad y proteger al peligroso terrorista Luis Posada Carriles, un asesino confeso.

Agencia Cubana de Noticias