(Red Voltaire) – Según el sitio web de la revista Foreign Policy del 28 de agosto de 2013, la NSA (National Security Agency estadounidense) había interceptado las comunicaciones entre el jefe de la unidad siria de armas químicas y un alto responsable del ministerio sirio de Defensa, totalmente horrorizado este último después del ataque químico que costó la vida a 1 429 personas [1].

Esa información, ampliamente divulgada por la prensa atlantista, ayudó a consolidar la aparente convicción de los occidentales sobre la culpabilidad de Siria.

Pero la fuente de esa maniobra de intoxicación o desinformacion no es estadounidense. El 27 de agosto, o sea al día siguiente de la difusión de la información sobre la supuesta comunicación interna siria, el canal de televisión Jewish News One anunció que la intercepción había sido realizada en realidad por Tsahal, o sea por las fuerzas armadas de Israel (IDF, según sus siglas en inglés) [«[Tsahal indique que [le] gouvernement syrien est responsable», Jewish News One, 27 de agosto de 2013.]].

Antes del ataque químico, una fuente militar siria ya había alertado sobre la presencia de oficiales israelíes en Duma, la zona controlada por la Brigada del Islam de donde fueron lanzados los dos obuses que contenían sustancias químicas, que no necesariamente fueron gases de combate.

La posterior agitación y aspavientos de los occidentales fue obra de varios personajes estrechamente vinculados a Israel, azuzados además por el ministro francés de Relaciones Exteriores Laurent Fabius.