El coronel Wu Qia, vocero del ministerio chino de Defensa, anunció el 25 de febrero de 2016, que China acaba de iniciar la construcción de una base naval, con fines civiles y militares, en Obock, Yibutí. La existencia de ese proyecto se había anunciado hace más de un año.

La construcción de esa instalación forma parte de un acuerdo de asociación estratégica firmado el 25 de febrero de 2014 por el general Chang Wanquan, ministro chino de Defensa, y su homólogo de Yibutí, Darar Houffaneh. El acuerdo autorizaba a la marina de guerra china a utilizar un puerto ya existente en ese país africano.

En mayo de 2015, el presidente de Yibutí, Ismail Omar Guelleh, anunciaba que los dos países habían emprendido negociaciones con vista a la construcción de una base naval china en su país. Hong Lei, vocero del ministerio chino de Exteriores confirmó, el 21 de enero de enero de 2016, que el presidente Xi Jinping había concluido las discusiones sobre ese tema durante su viaje a Johannesburgo, donde participó en el Foro de Cooperación China-África.

En el contexto de la instalación china en Yibutí y del despliegue de 10 000 hombres en África, la República Popular China construirá también una línea ferroviaria entre Yibutí y Addis Abeba, por un monto de 3 000 millones de dólares.

Obock será la primera base naval china con doble propósito (civil y militar) instalada en el exterior desde el siglo XV, cuando el almirante Zheng He, el «Gran Eunuco de las Tres Joyas», trató de restaurar la «Ruta de la Seda» por vía marítima.

Oficialmente, esta «instalación» naval será utilizada en la lucha contra los piratas somalíes, aunque su principal función será en realidad garantizar la seguridad de la nueva «ruta de la seda» marítima.

En marzo y abril de 2015, la marina de guerra china evacuó a los ciudadanos chinos presentes en Yemen en lo que constituyó la primera operación china de ese tipo fuera de la esfera de influencia tradicional de Pekín.

La India observa con inquietud el despliegue militar chino alrededor de sus territorios.