El 8 de febrero de 2016, el jeque Hassan Rohani, presidente de Irán, condecoraba al irano-canadiense Abdolrasul Dorri Esfahani (a la derecha en la foto) por el papel que desempeñó en las negociaciones que condujeron a la conclusión del Tratado 5+1. Actualmente, el condecorado está purgando una pena de 5 años de cárcel por espionaje.

A finales de 2016, 12 personalidades fueron arrestadas en Irán bajo la acusación de haber cometido espionaje durante las negociaciones internacionales sobre el programa nuclear iraní. Esas personas acaban de ser juzgadas y condenadas a penas que van de 5 a 10 años de cárcel. Ninguna ha confesado haber cometido el crimen que se les imputa.

El sistema judicial iraní está extremadamente politizado y es frecuente que personalidades de primer plano se vean acusadas de delitos imaginarios y sometidas a prisión preventiva. Lo que no es frecuente es que esas acusaciones terminen en condenas con penas de cárcel.

Saliendo de su silencio, el ministro de Inteligencia, Mahmud Alavi, recordó que su departamento es el único apto para pronunciarse en casos de espionaje… y confirmó que los condenados no traicionaron a su país sino que, por el contrario, prestaron un servicio inestimable a la República Islámica.