¿Qué hacer cuando un Estado aliado parece decidido a cometer un grave error? ¿Financiarlo para que lo cometa?
Ehud Olmert pide hoy ayuda a Washington para llevar a cabo la retirada de entre el 90 y el 95% de Cisjordania y de amplias zonas de Jerusalén. Muchos norteamericanos creen sinceramente que tal retirada favorecería la solución de dos Estado y que únicamente concesiones israelíes pueden hacer disminuir la hostilidad palestina. Ambas creencias son erróneas.
Basta con ver a Gaza para tener la prueba. Desde la retirada israelí, se ha visto una implantación de Al Qaeda, del Hezbollah y de las fuerzas iraníes, batallas entre Al Fatah y Hamas y este último movimiento ha tratado de asesinar al jefe de los servicios de inteligencia de Al Fatal, así como al embajador de Jordania. Retirarse de Cisjordania sólo ampliaría el problema. Israel y Jordania sufrirían ataques desde este territorio.
Durante los últimos 13 años, todos los intentos de conciliación o los gestos de buena voluntad israelíes han creado aún más problemas. No es la desesperanza lo que alimenta la violencia, sino el odio. El objetivo del eje Irán-Siria-Hezbollah-Hamas es el genocidio de los judíos. La solución de los dos Estados sólo será posible cuando los judíos puedan ser tratados en Palestina como los árabes son tratados en Israel.

Fuente
Wall Street Journal (Estados Unidos)

«West Bank terrorist state», por R. James Woolsey, Wall Street Journal, 23 de mayo de 2006.