Tres ciudadanos sirios presentaron contra el jefe de la diplomacia francesa, Laurent Fabius, una denuncia por complicidad en amenazas de muerte y en otros delitos como violación de domicilio, daños y destrucción de bienes, mutilación, asesinato, secuestro, rapto, detención y violación de la integridad de cadáveres motivada por la suposición de que no pertenecen a determinada religión.

Los demandantes –la señora Al Kassem y los señores Al Ibrahim y Salim– presentaron la denuncia ante la Corte de Justicia de la República Francesa por estimar que, desde su cargo de ministro francés de Relaciones Exteriores, el señor Laurent Fabius ha cometido abusos de autoridad tendientes a deslegitimar la acción de los sirios que luchan contra el terrorismo y a justificar, e incluso legalizar, la práctica del terrorismo contra civiles basándose en que estos supuestamente no practican el islam sunnita.

Los demandantes son representados legalmente por un colectivo internacional de abogados algunos de cuyos miembros viajaron a Siria, donde pudieron comprobar los crímenes cometidos por los yihadistas extranjeros respaldados por el ministro francés de Relaciones Exteriores.

La Corte de Justicia de la República es la instancia constitucional francesa habilitada para juzgar los crímenes cometidos por los ministros en el ejercicio de sus funciones.